Las medidas relativas a los automóviles se aplicarán con carácter retroactivo a partir del 1 de agosto. Las negociaciones sobre el aluminio y el acero, que siguen gravados al 50%, no han hecho más que empezar.
La industria automovilística europea respiró aliviada el jueves cuando EE.UU. redujo formalmente sus aranceles del 27,5% al 15%, de conformidad con el acuerdo comercial alcanzado en julio entre la UE y EE.UU.
Se ha publicado un anuncio en el registro federal de EE.UU. que confirma que la medida se aplicará con carácter retroactivo a partir del 1 de agosto, de acuerdo con las promesas estadounidenses.
"Aprecio que la aplicación de nuestros compromisos conjuntos vaya por buen camino: los aranceles sobre automóviles y piezas de recambio bajan al 15% con carácter retroactivo el 1 de agosto, las exenciones clave del tope el 1 de septiembre", escribió en X el comisario de Comercio de la UE, Maroš Šefčovič, tras una videollamada con su homólogo estadounidense, Jamieson Greer.
La notificación también aplica las exenciones arancelarias acordadas para aeronaves, determinados productos farmacéuticos y químicos y algunos recursos naturales. El pasado mes de julio, la UE y EE.UU. alcanzaron un acuerdo comercial tras semanas de disputas que permite a Washington imponer aranceles del 15% a los productos comunitarios.
Comienzan las conversaciones sobre el acero y el aluminio
Sin embargo, las negociaciones entre Washington y Bruselas distan mucho de haber concluido. El acero y el aluminio de la UE siguen sujetos a aranceles del 50%, para consternación del sector, que ya sufre un exceso de capacidad procedente de Asia.
Los aranceles se ampliaron en agosto a 407 nuevas categorías de productos que contienen acero y aluminio. En una declaración conjunta publicada en agosto, la UE y EE.UU. se comprometieron a negociar contingentes arancelarios para el sector y a cooperar en la cuestión del exceso de capacidad.
"Por lo que respecta al acero, el aluminio y sus productos derivados, la Unión Europea y Estados Unidos tienen la intención de estudiar la posibilidad de cooperar para proteger sus respectivos mercados nacionales del exceso de capacidad, garantizando al mismo tiempo la seguridad de las cadenas de suministro entre sí, incluso mediante soluciones basadas en contingentes arancelarios", decía la declaración conjunta.
Sin embargo, las conversaciones sobre el acero y el aluminio parecen no haber hecho más que empezar. "Mi próximo objetivo es impulsar nuestra colaboración estratégica en el sector siderúrgico", declaró Šefčovič en X.