Una investigación de la Fiscalía de Milán y los Carabinieri destapa indicios de caporalato y graves condiciones laborales en proveedores y subproveedores de firmas de alta costura como Dolce & Gabanna o Gucci. Las autoridades han identificado 203 trabajadores presuntamente explotados
Una investigación de la Fiscalía de Milán ha descubierto graves condiciones de explotación en la cadena de suministro de la alta costura y el 'made in Italy'. Los Carabinieri de la Unidad de Inspección de Trabajo de Milán identificaron a 203 trabajadores sometidos a presuntos trabajos forzados entre proveedores y subproveedores de 13 grandes marcas del sector.
Las inspecciones, realizadas entre agosto y noviembre de 2025, afectaron a varias empresas. Entre los casos más relevantes, se identificaron nueve trabajadores explotados en la fábrica china New Moda de Wen Yongmei, proveedora de Missoni Spa, mientras que se descubrió el mismo número de trabajadores empleados por Off White Operating.
Se detectaron 11 trabajadores en condiciones de explotación para Adidas, y el mismo número para Yves Saint Laurent Manifatture srl, identificados el 20 de noviembre de 2025 en Bag Group srl, que también suministra a Tod's.
Las cifras más elevadas proceden de los proveedores de Dolce & Gabbana, con 36 trabajadores de etnia china en condiciones de gran explotación, seguidos de 27 para Ferragamo, 19 para Alexander McQueen y otros tantos para Givenchy Italia, 17 para Versace, 12 en los contratos de Gucci, 11 para Pinko a través de Cris Conf spa, 11 para Prada y otros tantos para Coccinelle spa.
Para el fiscal Paolo Storari, estos datos suponen una clara llamada de atención y hacen "necesario averiguar el grado de implicación" de las marcas y las empresas matrices, tal y como se recoge en las 13 solicitudes de entrega de escrituras.
Lo que buscan los investigadores en Milán
La investigación no se limita a los trabajadores individuales: la Dirección Distrital Antimafia pretende hacerse con una gran cantidad de documentos de las empresas, sin recurrir a registros ni interrogatorios. Se trata de visados de la Cámara de Comercio, balances financieros y sociales, actas de los Consejos de Administración y de los Consejos de Cuentas, listas de proveedores y subproveedores con indicación de los volúmenes y volúmenes de negocios de los tres últimos años. Los investigadores también quieren verificar las copias de los contratos firmados con los proveedores, los resultados de las auditorías y las medidas correctoras adoptadas.
Desde el punto de vista de la gobernanza, la atención de los investigadores se centra también en las funciones corporativas implicadas en la selección, gestión y supervisión de los proveedores, los contratos de servicios de acciones intragrupo, el registro de denuncias y las listas de control adoptadas para garantizar la trazabilidad y sostenibilidad de la cadena de suministro. El objetivo es comprobar si las grandes marcas italianas de moda cumplen las normas de protección de los trabajadores y de transparencia en su cadena de suministro.
Un estudio sobre la explotación
Un estudio académico publicado en 'arXiv' en 2023 (Supply Chain Due Diligence Risk Assessment for the EU: A Network Approach) puso de relieve la vulnerabilidad de las cadenas de suministro europeas al trabajo forzoso e infantil. La investigación, realizada sobre unos 30 millones de empresas de la UE y casi 900 millones de relaciones de suministro, muestra cómo incluso empresas aparentemente "limpias" pueden estar indirectamente vinculadas a prácticas de explotación.
El modelo de los estudiosos analiza la red de suministro hasta tres niveles: de él se desprende que alrededor del 8,5% de las empresas de la UE pueden tener proveedores directos expuestos al riesgo de trabajo forzoso o infantil.
El porcentaje aumenta drásticamente en el segundo nivel de proveedores, alcanzando el 82,4%, y en el tercer nivel supera el 99%. En otras palabras, casi todas las empresas europeas están conectadas con proveedores potencialmente de alto riesgo si se considera la cadena de suministro completa.
Según los autores, este fenómeno se ve amplificado por la naturaleza de "mundo pequeño" de las redes de suministro: cada empresa está conectada a muchas otras a través de pocos grados de separación. Esto significa que el control directo sobre los proveedores inmediatos no garantiza una cadena de suministro libre de explotación, por lo que se necesitan estrategias de supervisión más amplias y sistémicas.
El estudio advierte a las empresas europeas y a los reguladores: centrarse únicamente en los proveedores directos entraña el riesgo de crear una falsa percepción de seguridad. En su lugar, la investigación sugiere reforzar la transparencia en toda la cadena de suministro, adoptar auditorías independientes y desarrollar mecanismos de rendición de cuentas que abarquen todos los niveles de producción, desde los subcontratistas locales hasta los proveedores internacionales.
El trabajo es una clara advertencia para sectores como la moda, el textil y la electrónica, donde las presiones de costes y las complejas cadenas de suministro pueden fomentar prácticas de explotación ocultas, afectando a la reputación y la responsabilidad legal de las empresas.