En medio de los problemas del coste de la vida, es probable que las fiestas de 2025 sean muy modestas para muchos europeos que han tenido que renunciar a las comodidades y, en algunos casos, optar por discretos planes navideños.
El encarecimiento de la vivienda se está convirtiendo en el Grinch de Europa, el personaje que odia la Navidad, mermando las ganas de hacer planes sociales para estas fiestas tan señaladas.
Según una encuesta realizada entre más de 20.000 personas de 23 países, alrededor del 75% de los europeos afirma haber tenido que recortar gastos para poder hacer frente a los pagos de la hipoteca en los últimos 12 meses.
Irlanda y Hungría son los países que más están sufriendo, ya que el 90% de los compradores de vivienda afirman haberse apretado el cinturón, según el Informe de Tendencias de la Vivienda 2025.
A los rumanos y malteses les va aún peor, ya que el 93% afirma haber tenido que recortar gastos, mientras que Italia encabeza el grupo de las cinco grandes economías europeas con un 86%.
Solo en casa: ¿Quién se salta la cena navideña?
Para más de una de cada cuatro personas encuestadas por RE/MAX Europe (26%), las limitaciones económicas son lo suficientemente fuertes como para restar motivación a las reuniones navideñas.
Los finlandeses -una de las pocas poblaciones en las que los índices de pobreza han aumentadodesde 2015- son los más reacios a tirar la casa por la ventana en Navidad, con un sólido 40% que opta por unas fiestas discretas. Del mismo modo, al menos uno de cada tres rumanos (35%) y húngaros (33%) prefieren pasar la Navidad a puertas cerradas.
La presión económica también afecta a los invitados, que para asistir a sus reuniones navideñas tienden a pasar 2,3 horas en la carretera para celebrar con sus seres queridos. Los turcos son los que realizan los viajes más largos, de 4,5 horas de media.
Mientras, los holandeses disfrutan de viajes cortos de apenas 1,3 horas, y el 40% de los encuestados en general afrontan trayectos de menos de una hora. El viaje suele ser más corto para los que viven solos, ya que el 25% vive a menos de 30 minutos de su destino.
Festejar o quedarse en casa: ¿En qué ahorran los europeos?
Las noches de fiesta, festivales y discotecas son las primeras víctimas de la crisis del coste de la vida: el 41% de los europeos sacrifican sus salidas para pagar la hipoteca. El recorte es más acusado en Grecia, donde casi seis de cada 10 personas (58%) redujeron drásticamente su presupuesto para salir por la noche, mientras que la mayoría de los lituanos lo consideran imposible (21%).
Los caprichos gastronómicos y el alcohol ocupan el segundo lugar, con un 38% de los encuestados que afirman reducir sus caprichos, y un máximo del 61% en Malta. Las vacaciones ocupan el tercer lugar (37%), y más de la mitad de los ciudadanos polacos (52%) e irlandeses (51%) piensan quedarse en casa. Una vez más, esto no es una opción para los lituanos, ya que sólo una de cada 10 personas cancela sus planes de vacaciones debido al pago de la hipoteca.
Otras medidas de ahorro afectan a la ropa (citada por el 29% de la gente), la electrónica (26%), los servicios de suscripción como Netflix o Spotify (25%) y las aficiones (22%). Sorprendentemente, el 13% admite haber recortado en artículos de primera necesidad, incluidos los de aseo personal, con Alemania y Finlandia muy por encima de la media, con un 22% cada uno.