Cinco de enero, noche de Reyes, noche de roscón.
Aunque en Francia, la tradición de comer este pastel se extiende a todo el mes de enero. Pero el aumento del precio de las materias primas, como la mantequilla o la harina, está haciendo, realmente, de este postre un verdadero manjar de Reyes debido al incremento de su coste. Así lo resalta Fabien Rouillard, chef pastelero y propietario de 'Maison Mulot'.
"El precio de la mantequilla se ha duplicado en dos años. La mantequilla, que ponemos en el roscón la compramos ahora a 9,50 euros el kilo. En 2018 costaba 3,80. Hemos aumentado un poco en el precio de venta, subiendo un 10% las porciones individuales que han pasado de 6 a 6,60 euros.
Pese al aumento de precios y a los posibles contagios por ómicron, los súbditos de la República francesa siguen sucumbiendo a la tradición, que proclama rey o reina de la fiesta a quien encuentre la figurina dentro del roscón, y se corona con una diadema de cartón. Una clienta de esta pastelería parisina comenta la 'nueva normalidad' con humor.
"Compartiré el roscón con mi marido, no habrá discusión sobre quien será rey o reina. Por lo demás, creo que si la gente ha tomado las debidas precauciones y se ha sometido a pruebas antes de reunirse, no hay porque preocuparse".
En la Edad Media se colocaban alubias secas en el roscón, pero ahora se ponen figuras de porcelana que pueden ser verdaderas obras de artesanía, que algunos coleccionan.