Los investigadores quedaron asombrados al descubrir que el megalito viajó más de 450 millas (724 kilómetros) hasta su lugar de descanso en Wiltshire, Inglaterra. ¿Qué significa esta revelación para nuestra comprensión de los pueblos neolíticos?
Un nuevo estudio ha demostrado que la Piedra del Altar, de seis toneladas de peso y situada en el corazón de Stonehenge, procedía del extremo norte de Escocia y no del suroeste de Gales, como se creía hasta ahora.
La investigación, dirigida por el estudiante galés de doctorado Anthony Clarke, utilizó cristales minerales y reveló que el megalito situado en el centro del antiguo monumento fue transportado por gentes prehistóricas desde, al menos, la actual Inverness, y posiblemente incluso hasta las Islas Orcadas.
Según los resultados publicados en la revista científica 'Nature', la piedra tenía una firma única que coincidía con un 95% de certeza con rocas del noreste de Escocia. "No creo que la gente de mi país me perdone", bromeó Clarke a 'BBC News'. "¡Será una gran pérdida para Gales!".
Además de afirmar que Stonehenge se construyó con piedras procedentes de todas las partes de Gran Bretaña (otras piedras procedían de Gales e Inglaterra), el estudio demuestra que la construcción de Stonehenge fue un esfuerzo de colaboración entre pueblos prehistóricos mucho mayor de lo que los expertos creían hasta ahora.
Con importantes implicaciones para nuestra comprensión del periodo, el descubrimiento apunta a una Gran Bretaña neolítica que era una sociedad bastante más conectada y avanzada de lo que se entendía hasta ahora.
"Reescribe por completo las relaciones entre las poblaciones neolíticas de todas las Islas Británicas", declaró a 'The Guardian' Rob Ixer, investigador honorario del University College de Londres y uno de los expertos que participaron en el estudio. "La ciencia es hermosa y extraordinaria, y va a ser objeto de debate durante décadas... Nos deja boquiabiertos".