Mangystau es una región conocida por su potencia industrial, sus grandes reservas de petróleo y gas y su posición estratégica en el Mar Caspio. Pero la región ofrece mucho más de lo que sugiere su identidad industrial.
Mangystau tiene paisajes que parecen sacados de Marte, cuevas sagradas, acantilados con forma de olas congeladas y recorridos antiguos de la Gran Ruta de la Seda.
En la actualidad, la región continúa una tradición centenaria de comercio este-oeste. Como parte del Corredor de Transporte Transcaspiano, tiene una función clave en la Ruta de la Seda Marítima moderna. Además, presenta algunos de los paisajes naturales más remotos e intactos de Asia Central.
En su corazón se encuentra Bozjyra, un cañón cubierto de fósiles y formado por el desaparecido océano Tetis. Sus picos de piedra caliza escarpados se han convertido en un símbolo de la espectacular belleza de la región. Muy cerca se encuentra Beket Ata, una mezquita subterránea del siglo XVIII que está tallada directamente en la roca. Es uno de los lugares de peregrinación más importantes de Kazajstán y atrae a visitantes de toda Asia Central.
Aktau, la ciudad principal de la región, mantiene el equilibrio entre un pasado industrial soviético y un encanto costero moderno. Una vez fue un asentamiento cerrado de uranio conocido como Guryev-20, y ahora da la bienvenida a los viajeros con su costa del Caspio.