El actor protagonista de 'Memorias de África' y 'Todos los hombres del presidente' ha fallecido en su casa de Utah. A pesar de ser reconocido como uno de los grandes actores de su generación, fue como director que se alzó con el Oscar.
Robert Redford, una de las figuras más reconocibles y respetadas del mundo del cine, ha fallecido este martes a los 89 años en las montañas de Provo, en el estado de Utah (EE.UU), informaron fuentes próximas al actor.
Su muerte ha sido anunciada por la directora ejecutiva de la agencia de representantes Rogers & Cowan PMK. Berger ha confirmado que ha fallecido mientras dormía, pero no ha especificado la causa médica exacta.
Redford comenzó su carrera como actor en la década de 1960, con pequeños papeles en series televisivas como 'Perry Mason', 'Alfred Hitchcock presenta' o 'La dimensión desconocida'. Pero no fue hasta el final de esa década cuando sus papeles protagonistas en dos grandes películas de la época -'Descalzos por el parque' (1967) y 'Dos hombres y un destino', junto a su inseparable Paul Newman- llamaron la atención de Hollywood.
En los 70 ya era toda una estrella, lo que le permitió comenzar a trabajar con uno de los grandes directores de su época, Sidney Pollack. Con él rodó filmes del calibre de 'Las aventuras de Jeremiah Johnson' (1972), 'Tal como éramos' (1973), coprotagonizada por Barbra Streisand,y 'El golpe' (1973), por la que se alzó con su única nominación al Oscar como mejor actor.
Su media melena rubia le había convertido en uno de los galanes más destacados de la escena cinematográfica, pero Redford siempre mostró un gran interés por el cine más político y comprometido.
Protagonizó 'El candidato' (1972), 'Tres días del Cóndor' (1975) 'Un puente muy lejano' (1977) y, sobre todo, 'Todos los hombres del presidente' (1976), junto a otra incipiente leyenda del cine, Dustin Hoffman. Esta película, en la que dio vida al periodista Bob Woodward, narraba con detalle los entresijos de la investigación del escándalo del Watergate que acabó con la presidencia de Richard Nixon.
En la década de 1980, Redford comenzó a centrar su interés en la dirección, si bien aún protagonizaría algunos clásicos, como 'Brubaker' (1980) y 'Memorias de África' (1985), en la que ofreció una de sus actuaciones más inolvidables junto a Meryl Streep. Ya en los 90 participó en otros títulos de gran relevancia como 'Los fisgones' (1992), en la que encarnaba a Bishop, un turbio, pero noble personaje que se veía envuelto en una trama de espías, o 'El hombre que susurraba a los caballos', posiblemente su último clásico.
Sin embargo, para entonces, hacía ya tiempo que Redford se había convertido también en un referente detrás de la cámara. Su dirección de 'Gente corriente' (1980) le valió un Oscar como mejor director, y casi repetiría estatuilla casi diez años más tarde cuando fue nominado por su dirección de 'Quiz Show' (1994). En 2002 recibió un Oscar honorífico por su carrera.
"Me imagino que he tenido una larga carrera, de la que estoy muy satisfecho", declaró en una entrevista a AP en 2018, poco antes del estreno de su última película, 'The Old Man and the Gun'. "Imagino que ahora que ya estoy en mis 80, quizás sea hora de retirarme y pasar más tiempo con la familia".
El festival de Sundance, su otro gran legado
Receloso de la pompa y de la comercialización de Hollywood, Redford decidió crear en 1980 un pequeño centro de estudios para jóvenes cineastas en las remotas montañas de Utah, en la pequeña localidad de Sundance.
Poco se imaginaba el actor y director por aquel entonces que, con su decisión de destinar un terreno que había comprado a la formación de directores y actores, estaba sembrando la semilla de uno de los festivales de cine independiente más relevantes de la historia del séptimo arte.
"Para mí, la palabra que debemos subrayar es 'independiente'. Siempre he creído en esa palabra", comentaba Redford en su entrevista a AP. "La industria estaba controlada por el cine comercial, del que yo formaba parte; pero veía otras historias que no tenían ocasión de ser contadas y pensé, 'quizás yo pueda poner mi energía al servicio de esas personas y darles una oportunidad'. Al mirar atrás, me siento muy bien al respecto".
Tal fue su conexión con Sundance y con sus montañas, que es precisamente allí donde ha pasado sus últimos días. Tras la pérdida de sus hijos Scott Anthony Redford, en 1959, con apenas unos meses de edad, y de David James Reford, (1962-2020), Redford deja atrás dos hijas: Shauna Jean Redford y Amy Hart Redford.