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Visite online los casi 300.000 km de calzadas romanas cartografiadas en un nuevo proyecto

Ya hay casi 300.000 km de calzadas romanas cartografiadas, 6 de noviembre de 2025
Ya hay casi 300.000 km de calzadas romanas cartografiadas, 6 de noviembre de 2025 Derechos de autor  Proyecto Itiner-e que ha cartografiado las calzadas romanas
Derechos de autor Proyecto Itiner-e que ha cartografiado las calzadas romanas
Por Jesús Maturana
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Un equipo internacional presenta Itiner-e, el mapa digital más completo del sistema viario romano. Con casi 300.000 kilómetros de calzadas documentadas, el doble que recursos anteriores, revela cómo el Imperio estructuró el movimiento, el comercio y el poder durante siglos.

El proyecto Itiner-e ha logrado lo que parecía imposible: cartografiar con precisión sin precedentes 299.171 kilómetros de calzadas romanas, casi el doble de los 188.555 km que recogían los recursos digitales más completos hasta la fecha. Este ambicioso trabajo, liderado por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universidad de Aarhus (Dinamarca), se ha publicado en la revista 'Scientific Data' del grupo Nature y representa la síntesis más exhaustiva de siglos de investigación arqueológica e histórica.

El conjunto de datos abarca el Imperio romano en su máxima extensión (hacia el año 150 d.C.), cubriendo casi 4 millones de km² que incluyen Europa, el norte de África y Oriente Próximo.

Lo verdaderamente revolucionario es que solo el 2,737% de estas vías tiene una ubicación espacial certificada, mientras que el 89,818% es conjeturada y el 7,445% es hipotética. Esta revelación muestra la enorme brecha entre saber que una calzada existió y conocer su trazado exacto.

Cómo se creó el mapa más detallado de las vías romanas

El equipo de Itiner-e empleó una metodología en tres fases para construir este atlas digital. Primero, identificaron las vías a través de fuentes arqueológicas, históricas y epigráficas: excavaciones, estudios de campo, miliarios (las señales kilométricas romanas) y documentos antiguos como el Itinerario de Antonino y la Tabula Peutingeriana. Utilizaron además la base de datos LIRE (Latin Inscriptions of the Roman Empire), que contiene 8.388 miliarios con inscripciones latinas.

En segundo lugar, localizaron espacialmente estas vías comparando la información con mapas topográficos modernos e históricos, fotografías aéreas (incluidas las misiones USAF de los años 50), imágenes de satélite actuales y fotografías históricas del programa Corona (1967-1972). Este último recurso fue fundamental para áreas actualmente inundadas por embalses modernos. Finalmente, digitalizaron manualmente cada tramo con una resolución espacial de entre 5 y 200 metros, siguiendo el terreno real: pasos de montaña sinuosos, valles y corredores naturales, en lugar de simples líneas rectas.

El resultado son 14.769 segmentos de carreteras organizados en una jerarquía de dos niveles:

  • Vías principales (103.477,9 km, el 34,58% del total) documentadas por miliarios o fuentes históricas, que estructuraban la administración y el Ejército imperial
  • Vías secundarias (195.693,3 km, el 65,42%), que revelan la movilidad local y regional.

El proyecto también ha generado mapas de confianza que visualizan dónde faltan datos y dónde la investigación futura puede concentrarse para ampliar las vías cartografiadas.

Un recurso vivo para entender el mundo antiguo

"El amplio conjunto de datos que ha generado el proyecto Itiner-e es altamente transformador para entender cómo el sistema viario romano estructuraba el movimiento de personas, bienes, ideas e incluso enfermedades en la antigüedad", explican los directores del proyecto, Pau de Soto, Adam Pažout y Tom Brughmans. La alta resolución del mapa permite nuevos estudios computacionales sobre conectividad, costes de transporte y control administrativo, así como investigaciones sobre el desarrollo milenario de la movilidad terrestre.

El carácter interdisciplinario, colaborativo y de código abierto de Itiner-e lo convierte en una plataforma viva. Los investigadores pueden incorporar nuevos hallazgos manteniendo la autoría de sus datos, mientras que el público general tiene acceso gratuito a través de https://itiner-e.org. Entre las regiones mejor documentadas destacan la península ibérica, Grecia, el norte de África, el Levante y Asia Menor, gracias a proyectos previos como Mercator-e y Desert Networks.

Así es el programa Itiner-e
Así es el programa Itiner-e Itiner-e.org

El mapa revela también lagunas significativas en el conocimiento actual: áreas con baja representatividad de datos incluyen el norte de Inglaterra, Cornualles, el Danubio medio y superior, la Toscana, Córcega y el centro de Anatolia. Estas zonas son prioridades para futuras campañas de investigación. Además, el proyecto ha identificado que los desiertos del norte de África y las zonas montañosas presentan los mayores desafíos de documentación.

Itiner-e no solo duplica el conocimiento cartográfico de las vías romanas, sino que transforma nuestra comprensión de cómo funcionaba el Imperio romano: cómo se movían las legiones, cómo viajaban las mercancías, cómo se transmitían las órdenes imperiales y, en definitiva, cómo Roma construyó y mantuvo el mayor imperio de la Antigüedad durante siglos.

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