A medida que aumentan las presiones climáticas, la Eco Expo de Asia Central puso de relieve el paso de las promesas a las asociaciones, con países de toda la región alineados en torno a la acción ecológica.
Mientras se desarrollaba la Eco Expo Asia Central 2025 en la capital de Uzbekistán, el mensaje era claro: el futuro climático de Asia Central depende de la responsabilidad compartida y las soluciones conjuntas.
Una de las voces más fuertes fue la del kazajo Saken Kalkamanov, director del Centro Internacional de Tecnologías Verdes y Proyectos de Inversión. En su llamamiento a una transición verde unificada, Kalkamanov subrayó la urgencia de una actuación regional. "Medio grado de calentamiento en Asia Central acarrea consecuencias devastadoras", advirtió. "Debemos actuar juntos, ahora".
Kazajistán ya ofrece herramientas concretas: manuales de modernización industrial, una oficina regional de economía verde y aceleradores de empresas emergentes que han formado a más de 500 jóvenes innovadores. Uzbekistán, entre otros, ya está dando señales de apoyo. Pero la visión de Kazajistán no es la única.
Corea del Sur pone sobre el terreno su experiencia ecológica
Al otro lado de la exposición, una delegación surcoreana ofreció un ejemplo práctico de lo que puede ser la cooperación regional. A través de un proyecto apoyado por KOICA, Corea del Sur colabora estrechamente con la Agencia Forestal de Uzbekistán para cultivar pistachos en la región de Taskent.
El árbol de pistachos está destinado a apoyar tanto la reforestación como la agricultura sostenible. "Estamos ayudando a construir un sistema que mejora la biodiversidad y apoya los medios de subsistencia", afirma Kim Jun Ki, investigador forestal de Corea del Sur. "Así contribuimos a la resiliencia climática".
El planteamiento de Corea del Sur se centra en soluciones basadas en los bosques para reducir las emisiones de carbono, mejorar la calidad del suelo y el agua y generar un microclima refrescante. El proyecto también se enmarca como un modelo de educación climática, con expertos surcoreanos que ofrecen formación práctica a los funcionarios forestales locales.
"La ecologización no es sólo medioambiental: es social, económica y a largo plazo", añadió Kim. Corea del Sur considera a Uzbekistán un socio abierto y fiable. "Hay una gran buena voluntad cultural entre nuestros países", señaló Kim. "Estamos ansiosos por expandirnos a otros sectores, incluido el de los medios de comunicación medioambientales".
China apoya la capacidad de recuperación hídrica de Uzbekistán
Mientras tanto, las empresas chinas están invirtiendo en infraestructuras que apoyan tanto a la industria como a la adaptación climática. Sandy Zhang, de la empresa Tianjin Worlds Valve Co., Ltd, describió dos grandes proyectos en marcha en la región de Bujará.
"Estamos suministrando válvulas de gran diámetro para dos estaciones de bombeo estatales", explicó. "Son esenciales para modernizar el regadío y gestionar el agua de forma más eficiente en un clima cambiante".
Aunque se centra principalmente en el suministro de productos, la empresa ve a Uzbekistán como un socio a largo plazo y ya está considerando abrir una oficina local o formar empresas conjuntas. "El entorno político aquí es acogedor", dijo Zhang. "Vemos un potencial real de crecimiento, inversión y cooperación medioambiental".
Una historia regional que toma forma
Desde el liderazgo de Kazajistán hasta los proyectos ecológicos de Corea del Sur y las aportaciones industriales de China, la Eco Expo Asia Central 2025 reveló algo más que promesas.
Puso de relieve cómo el futuro medioambiental de la región ya se está configurando mediante políticas, asociaciones y acciones prácticas sobre el terreno. "No se trata sólo de emisiones", recordó Kalkamanov a los asistentes. "Se trata de construir un futuro común: más limpio, más ecológico y más resistente para todos".