El Gobierno ha declarado zonas catastróficas en la mayoría de comunidades autónomas tras un verano que ha dejado 410.000 hectáreas quemadas y decenas de detenidos, mientras la oposición insiste en un registro nacional de pirómanos. Dos miembros de la UME han resultado gravemente heridos.
El Gobierno español ha declarado como zonas gravemente afectadas por los incendios a territorios de todas las comunidades autónomas, excepto el País Vasco, tras un verano especialmente complicado con más de 113 incendios, que han dejado hasta ahora unas 410.000 hectáreas quemadas en todo el país.
"Estamos ante una de las mayores catástrofes medioambientales de los últimos años", dijo el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del martes. En la lista de áreas incluidas, hay cinco territorios que han sufrido daños por fuertes lluvias.
Según explicó el ministro el martes, el Ejecutivo socialista ha decidido dar este paso "para que los perjudicados puedan reclamar cuanto antes las ayudas que por ley les corresponden" mientras los fuegos siguen activos en varias partes de la Península. Este martes, un total de 15 incendios están en situación operativa 2, y preocupan especialmente los de Lugo, Zamora y León.
Además, en las últimas horas dos militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han resultado heridos graves debido a una colisión entre el vehículo en el que iban y un camión que transportaba ganado este martes en la provincia de Orense. El camión militar, tras el accidente cayó por un terraplén: una de las personas tuvo que ser evacuada mediante un helicóptero medicalizado, y la otra fue trasladada por el personal sanitario en ambulancia.
48 detenidos: el PP pide un registro nacional de pirómanos
Desde el 1 de junio, un total de 48 personas han sido detenidas como responsables de los incendios, mientras que otras 134 han sido o continúan siendo investigadas por las autoridades, según datos del Comité Estatal de Coordinación (CECOD). La elevada incidencia de fuegos provocados ha llevado a la oposición, encabezada por el Partido Popular, a plantear la creación de un "registro nacional de pirómanos", una propuesta que no ha convencido al ministro del Interior.
Grande-Marlaska ha cuestionado al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por emplear el término "pirómano", un uso que calificó de "absolutamente ajeno a la realidad". Marlaska matizó las diferencias entre tres perfiles: el pirómano, que sufre un trastorno o desorden psiquiátrico, el incendiario, que prende fuego de forma intencionada y consciente con motivaciones diversas, y el negligente.
En este sentido, el ministro recordó que una parte significativa de los incendios surge por la imprudencia de quienes incumplen las normativas municipales que restringen trabajos, barbacoas u otras actividades en épocas de alto riesgo.