La pesca se convierte en el principal escollo de las negociaciones. El negociador europeo, Michel Barnier, ha detectado "muchas diferencias muy graves"
PUBLICIDADLa primera semana de negociaciones post-Brexit entre Londres y Bruselas se ha cerrado con una constatación: las diferencias persisiten y no serán fáciles de resolver.
"Nuestras diferencias no son una sorpresa, especialmente tras una única ronda de negociaciones. Pero algunas son muy, muy difíciles", ha advertido Michel Barnier, el negociador de la Unión Europea para la futura relación con Reino Unido. "Sin embargo, sigo creyendo que podemos llegar a un buen acuerdo para ambas partes".
El principal punto de conflicto es la pesca. Bruselas insiste en que debe formar parte del acuerdo global.
Segundo punto de divervencia: ¿segurá Reino Unido seguirá bajo la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos?
Y tercero: ¿cómo conseguir la igual de condiciones que garantizará una competencia justa?
El negociador europeo ha insistido en los dos puntos fundamentales para que las negociaciones tengan éxito: "Número uno, no retroceder en nuestros compromisos. Número dos, respeto mutuo", ha dicho Barnier. "Evitemos cualquier malentendido. Reino Unido ha pasado mucho tiempo esta semana insistiendo en su independencia. Damas y caballeros, nadie discute la independencia del Reino Unido".
Los equipos negociadores se reunirán dentro de dos semanas, esta vez en Londres, para retomar las negociaciones. Objetivo: llegar a un acuerdo antes de que finalice el periodo de transición el próximo 31 de diciembre.