Las autoridades culpan a la baja humedad, los fuertes vientos y las altas temperaturas como factores exacerbantes, y los científicos culpan también al cambio climático de la frecuencia e intensidad de los incendios forestales.
Los bomberos de Turquía siguen luchando por tercer día contra los incendios que arrasan varias zonas del oeste del país. La Dirección de Gestión de Desastres y Emergencias del país, AFAD, afirma que en la última semana se han declarado más de 131 incendios forestales.
Pero el ministro de Agricultura y Silvicultura, Ibrahim Yumaklı, dijo que la mayoría de incendios habían sido controlados. Afirmó que la situación actual no justifica un llamamiento internacional de ayuda, pero aconsejó prudencia durante el fin de semana.
"Estamos en un periodo crítico y debemos permanecer vigilantes hasta el domingo. Nuestros equipos responderán día y noche a cualquier incidente", dijo.
Yumaklı dijo que hasta ahora se habían controlado unos 69 incendios forestales, pero que había cinco incendios activos en las provincias de Izmir, Aydın, Manisa, Karabuk y Bolu.
Los bomberos están combatiendo los incendios por tierra y desde el aire, con decenas de aviones y cientos de vehículos que ayudan en la respuesta de emergencia.
Miles de personas han sido evacuadas de las zonas afectadas, pero no se ha informado de víctimas. Las autoridades culpan a la baja humedad, los fuertes vientos y las altas temperaturas como factores agravantes.
Mientras tanto, las autoridades detuvieron a cuatro personas en la provincia central de Bolu en relación con los incendios, dos de las cuales fueron puestas bajo arresto y las otras dos en libertad condicional.