Conozca a las asociaciones y empresas que trabajan para que las playas europeas sean accesibles a todos.
PUBLICIDAD"Cuando era niña, iba todos los días a la playa", recuerda Brigitte Berckmans. Habiendo crecido en las Landas, un departamento del suroeste de Francia, junto a la costa del océano Atlántico, sus padres la llevaban en brazos a la playa debido a su discapacidad. A medida que crecía, le resultaba más difícil darse un chapuzón en su amado océano.
Su marido, Ramón Espi, que solía pasar todos los veranos en la playa, quedó inválido a los 27 años tras un accidente de moto.
Ambos se encontraron por primera vez en la playa."Como habitantes de la costa vasca, todo el mundo iba a la playa y nosotros no podíamos ir. Nuestro encuentro fue el detonante", cuenta Ramón Espi. En 2002 fundan en Bayona su asociación Handiplage para luchar por la integración de las personas con discapacidad y la accesibilidad de las playas.
"Miles de personas con discapacidad van a la playa cada verano. Están con personas sin discapacidad, lo que favorece la integración de las personas con discapacidad gracias a la playa y a las actividades recreativas", afirma Ramón Espi.
Su asociación entrega, en particular, una etiqueta evolutiva a los ayuntamientos para que den a conocer las playas accesibles a las personas con discapacidad y mejoren su seguridad durante el baño.
El primer nivel de accesibilidad requiere un acceso a la playa a través de una rampa de acceso, sanitarios adaptados, plazas de aparcamiento y un motor anfibio para acceder al agua.
Para acceder al nivel 2, es necesario que haya "handiplagistes" o guías de baño formados para ayudar a las personas con discapacidad a entrar y salir del mar. El nivel más alto recompensa a las playas que ofrecen guías para que las personas con discapacidad puedan entrar y salir solas del agua. En total, 140 playas recibieron la etiqueta Handiplage en Francia.
El terreno de algunas regiones es más difícil que el de otras para hacer accesibles las playas. "Tuvimos muchas dificultades para conseguir playas abiertas en la costa de las Landas (suroeste de Francia, en la costa atlántica) a causa de la duna", explica Ramón Espi. "Pensábamos que las playas de Bretaña eran inaccesibles. Pero cuando se quiere, se puede. Siempre hay soluciones", afirma.
En algunas playas, además, sólo se puede acceder con marea baja. Por el contrario, en la Costa Azul fue más fácil hacer accesibles las playas, ya que no hay marea y casi no hay oleaje.
También se encontraron con problemas administrativos."Hay que encontrar a la persona adecuada. El alcalde cambia cada cinco años. Y en general el asesor municipal de accesibilidad también cambia con el equipo", explica Brigitte Espi. De ahí que la asociación tenga que vigilar las playas para asegurarse de que los municipios mantienen las comodidades una vez han recibido la etiqueta.
Grecia, Italia, Chipre
Tobea, una empresa griega que diseña y fabrica dispositivos específicos para personas con discapacidad, hace que las playas sean más accesibles instalando gratuitamente sillas de baño Seatrac.
"Seatrac es un dispositivo que conecta realmente la orilla con el agua", explica Persefoni Bertzou, director de marketing de Tobea.
Gracias a una pasarela, las personas con discapacidad pueden acceder al Seatrac con su silla de ruedas en la playa. Después de embarcarse en la silla de baño Seatrac, pueden acceder y salir del mar por un camino de orugas por su cuenta utilizando un mando a distancia.
"Seatrac fue una innovación porque, era el único dispositivo que permitía a una persona parapléjica, por ejemplo, ir, y nadar por su cuenta", afirma Persefoni Bertzou.
Desde 2012, la empresa ha instalado 2.050 Seatrac en diferentes playas de Grecia, Italia, Chipre y Croacia. En 2023, 300.000 personas utilizaron un Seatrac, según Tobea.
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La cadena mínima accesible incluye plazas de aparcamiento, una pasarela, un Seatrac para entrar y salir del agua y un vestuario.
A raíz de los comentarios de los usuarios, se introdujeron algunas mejoras. Se instalaron duchas para no dañar las sillas de ruedas con el agua del mar. La gente también pedía algo de sombra y una forma de ver el estado de la playa antes de ir a ella para evitar las olas y la multitud. Así que se instaló una cámara en la pista para poder ver la playa en directo. Pero para cumplir la normativa GDPR, un sistema difumina las caras de las personas.
"Hay tantas necesidades diferentes y tantas exigencias distintas", explica Persefoni Bertzou. "Lo que hemos aprendido hasta ahora es que si quieres tener algo y decir que es accesible, necesitas la opinión y necesitas el conocimiento de la gente que lo utiliza."
El directivo insiste: "Los Seatracs deben ser gratuitos para el usuario, porque son derechos, usar el mar, nadar".
PUBLICIDADEn Grecia, sus principales clientes son los municipios, ya que las playas son públicas. En Italia, sus clientes también son operadores de playa que alquilan partes de la playa a los municipios.
"El único problema es que, debido a las distintas leyes y legislaciones de cada país, tenemos que enfrentarnos a procedimientos burocráticos diferentes. Aunque tenemos el mismo paraguas que Europa", dice el director de marketing de Tobea.
Discapacidad en Europa
Más de una cuarta parte (27,0 %) de la población de la UE mayor de 16 años tenía una discapacidad (limitación de la actividad) en 2022, según Eurostat.
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CNUDPD), que entró en vigor en 2008, exige que las personas con discapacidad tengan igualdad de acceso para participar en la vida cultural, las actividades recreativas, el ocio y el deporte (artículo 30).
PUBLICIDADLa Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-20, adoptada en 2010, tiene por objeto, en particular, hacer que los bienes y servicios sean accesibles a las personas con discapacidad, eliminar los obstáculos a la participación en igualdad de condiciones en la vida pública y las actividades de ocio y promover la prestación de servicios de calidad basados en la comunidad.