El Tribunal de Justicia Europeo (TJUE), con sede en Luxemburgo, dictó sentencia sobre una larga disputa legal que involucra a un exfutbolista de alto perfil.
Algunas normas de la FIFA sobre transferencias de jugadores entran en conflicto con la legislación de la Unión Europea en materia de competencia y libertad de movimiento, según ha declarado el máximo tribunal de la Unión Europea este viernes.
La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se refiere a un caso que involucra al ex internacional francés Lassana Diarra, que impugnó legalmente las normas de la FIFA tras una disputa con el club ruso Lokomotiv de Moscú que se remonta a una década atrás.
Diarra argumentó que las restricciones de la FIFA significaban que no podía encontrar un nuevo club tras la rescisión de su contrato de cuatro años con el Lokomotiv de Moscú en 2013, después de que Diarra no estuviera contento con lo que él alegaba eran recortes salariales.
Según las reglas de la FIFA, si un jugador rescinde su contrato sin una "causa justa", el jugador y cualquier club que desee ficharlo podrían ser potencialmente responsables solidarios de pagar una indemnización, en este caso, al Lokomotiv de Moscú.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo determinó que el club ruso rescindió el contrato con Diarra "con una causa justa" y se le ordenó a Diarra pagar 10,5 millones de euros.
Diarra argumentó que su búsqueda de un nuevo club se vio obstaculizada por las reglas de la FIFA y demandó a la FIFA y a la federación belga por daños y perjuicios citando un acuerdo con el club belga Charleroi que no se concretó.
El TJUE, que se hizo cargo del caso después de que pasara por los tribunales belgas, concluyó que en el caso de Diarra las regulaciones de transferencias de la FIFA parecían "ir más allá de lo necesario para perseguir el objetivo", aunque agregó que las regulaciones de transferencias de la FIFA seguían siendo útiles para "mantener una forma de estabilidad dentro de los equipos profesionales y ayudar a garantizar la regularidad de las competiciones".
La sentencia aún está pendiente de verificación por parte del tribunal belga.
En cuanto a las normas de competencia, el tribunal criticó las sentencias de la FIFA por restringir e impedir la competencia transfronteriza entre clubes europeos.
"El Tribunal recuerda que la posibilidad de competir mediante el fichaje de jugadores formados desempeña un papel esencial en el sector del fútbol profesional y que las normas que imponen una restricción general a esta forma de competencia, fijando de forma inmutable el reparto de trabajadores entre los empleadores y enclaustrando los mercados, son similares a un acuerdo de prohibición de contratación", afirmó.
"Las normas en cuestión son tales que impiden la libre circulación de los futbolistas profesionales que desean desarrollar su actividad trabajando para un nuevo club", afirmó el tribunal en un comunicado sobre el asunto.
El caso Diarra, que cuenta con el apoyo del sindicato mundial de jugadores FIFPro, pasó por los órganos judiciales de la FIFA antes de la elección en 2016 de Gianni Infantino como presidente de la FIFA. Infantino ha establecido como prioridad la modernización de las normas del mercado de transferencias.
Si bien Diarra e Infantino aún no han hecho comentarios sobre la sentencia del viernes, FIFPro dijo en nombre de los jugadores de fútbol profesional de todo el mundo: "FIFPRO acoge con satisfacción estas conclusiones".
"El TJUE acaba de dictar una importante sentencia sobre la regulación del mercado laboral en el mundo del fútbol (y, de manera más general, en el deporte), que cambiará el panorama del fútbol profesional".