La caída del régimen dictatorial de Bashar al-Assad ha obligado a la Unión Europea a revisar su antigua política sobre Siria.
La Unión Europea no está en contacto directo con Hayat Tahrir al-Sham, HTS, la fuerza rebelde que lideró la ofensiva que derrocó el régimen dictatorial del presidente Bashar al-Assad en Siria, pero está dispuesta a revisar su postura a medida que avance la transición de poder.
"La Unión Europea no se compromete actualmente con HTS ni con sus dirigentes. ¡Punto!", ha señalado un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, SEAE. "A medida que HTS asuma mayores responsabilidades, tendremos que evaluar no solamente sus palabras, sino también sus acciones".
HTS, cuyo nombre significa "Organización para la Liberación del Levante", es un grupo militante islamista que anteriormente declaró su lealtad a al-Qaeda antes de romper lazos en 2016. Bajo el liderazgo de Abu Mohamed al Julani, el grupo ha tratado de adquirir mayor legitimidad y promover el pluralismo, pero sigue plagado de acusaciones de abusos contra los derechos humanos, incluidas supuestas ejecuciones por blasfemia y adulterio.
"Nuestro mensaje a todas las 'sectas' de Siria es que les decimos que Siria es para todos", declaró un alto comandante de HTS a la televisión estatal tras derrocar a Al-Assad.
HTS y Al Julani están en la lista negra del terrorismo de Naciones Unidas desde 2014, una designación que siguen los 27 países de la UE, añadió el portavoz del SEAE. En la práctica, esto significa una congelación de activos y la prohibición de proporcionar fondos y recursos económicos.
Sin embargo, la caída del régimen de Al-Assad, en la que los rebeldes de HTS han jugado un papel fundamental, obliga a los aliados occidentales a replantearse su línea política oficial. El Gobierno británico indicó a primera hora del lunes la posibilidad de retirar al grupo islamista de la lista de organizaciones proscritas.
La guerra civil en Siria, que ha durado varios años, vio surgir múltiples facciones contra la dictadura de Bashar al-Assad, entre ellas el Ejército Nacional Sirio, ENS, respaldado por Turquía, las Fuerzas Democráticas Sirias, FDS, apoyadas por Estados Unidos, y el Frente al-Nusra, una rama de Al-Qaeda, que más tarde evolucionó hasta convertirse en la fuerza HTS.
Kaja Kallas, responsable política de la Unión Europea, señala estar en contacto con todos los "socios constructivos" dentro de Siria, sin especificar cuáles son. Así, ha indicado que los contactos diplomáticos seguirían siendo confidenciales por el momento.
"Instamos a todos los actores a evitar más violencia, a garantizar la protección de los civiles y a respetar el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario. Instamos, especialmente, a la protección de los miembros de todas las minorías", ha declarado Kallas en un comunicado.
"Es imperativo que todas las partes interesadas entablen un diálogo inclusivo, dirigido por los sirios, sobre todas las cuestiones clave para garantizar una transición ordenada, pacífica e inclusiva".
Revisión pendiente
Mientras la situación sigue evolucionando sobre el terreno, Bruselas se enfrenta a la cuestión crucial de cómo tratar con Siria, país con el que no mantiene relaciones oficiales desde mayo de 2011 por la brutal represión de las fuerzas de Al-Assad sobre los grupos disidentes.
En su declaración, Kallas no ha anunciado ningún cambio inmediato en la política que la UE mantiene desde hace tiempo respecto a Siria, como la imposición de sanciones. El primer debate tendrá lugar el próximo 16 de diciembre, cuando está previsto que los ministros de Asuntos Exteriores del bloque comunitario se reúnan con Kallas en Bruselas.
Mientras tanto, el SEAE y la Comisión Europea coordinan su labor en materia de diplomacia, seguridad, economía, migración y desarrollo y ayuda humanitaria en relación con Siria. La migración ocupará inevitablemente un lugar destacado en la conversación política. El ACNUR calcula que los países europeos acogen a más de un millón de solicitantes de asilo y refugiados sirios, el 59% de ellos solamente en Alemania. Suecia, Austria, Grecia, Países Bajos y Francia también acogen a una población significativa.
Antes de la caída de Al-Assad, los Estados miembros habían comenzado a discutir formas de acelerar los retornos voluntarios de refugiados sirios, un esfuerzo complejo que ahora podría acelerarse.
"La situación actual es realmente de gran esperanza, pero también de gran incertidumbre. Corresponderá a cada individuo y a cada familia decidir lo que desean hacer. Sin embargo, por el momento, mantenemos en línea con ACNUR que no se dan las condiciones para un retorno seguro, voluntario y digno a Siria", han indicado en el seno del SEAE.
Aun así, algunos gobiernos europeos ya han tomado cartas en el asunto. Alemania y Austria han suspendido temporalmente las solicitudes de asilo presentadas por ciudadanos sirios, alegando las cambiantes circunstancias dentro del país. La decisión alemana afectará a 47.270 solicitudes, mientras que la austriaca afectará a unas 7.300 solicitudes de asilo.
Catherine Woollard, directora del Consejo Europeo sobre Refugiados y Exiliados, ECRE, advirtió sobre el riesgo prematuro de revocar la protección internacional concedida a los refugiados sirios "en una prisa por devolver a la gente antes de que el país sea seguro".
"La caída de Al-Assad abre la puerta al regreso a Siria, y muchos refugiados sirios desearán volver, pero el retorno desde Europa tiene que gestionarse con cautela", señala Woollard a 'Euronews'. "Corresponde a los Estados miembros garantizar que el retorno se produzca solamente cuando sea duradero y cuando se pueda garantizar la seguridad", añade. Se ha contactado con la Comisión Europea para que haga declaraciones en relación con los acontecimientos de Alemania y Austria.