El Gobierno francés ha celebrado su última reunión bajo el liderazgo del primer ministro Michel Barnier antes de su dimisión. Sin embargo, aún no se sabe quién será su sucesor.
Aunque el presidente de Francia, Emmanuel Macron, había prometido nombrar al sucesor de Barnier para el jueves, la portavoz del Gobierno, Maud Bregeon, ofreció una respuesta diferente al ser consultada sobre el plazo, explicando que "el presidente de la República no ha dado ninguna indicación sobre el plazo de su próxima elección".
Bregeon resaltó que Macron, como garante de las instituciones, busca una solución de estabilidad política. En su última reunión, el Consejo de Ministros también analizó un proyecto de ley especial destinado a establecer las decisiones presupuestarias para 2024 y garantizar la continuidad en 2025.
Laurent Saint-Martin, ministro delegado para el Presupuesto y las Cuentas Públicas, explicó que el proyecto de ley permitirá "evitar una paralización" económica al autorizar temporalmente al Gobierno a seguir recaudando impuestos hasta la aprobación de la ley de finanzas del próximo año. El proyecto de ley será examinado primero en la Asamblea Nacional y posteriormente en el Senado.
Un presidente impopular
La gran reapertura de la catedral de Notre Dame este fin de semana supuso un raro momento de respiro para el presidente Emmanuel Macron, mientras Francia sigue inmersa en una crisis institucional sin precedentes. Aunque la ceremonia contó con la presencia de varios líderes mundiales, incluido el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, Macron sigue siendo muy impopular en su país.
El presidente francés esperaba que la celebración reforzara su posición en el extranjero. Se anotó un importante triunfo diplomático al atraer a Donald Trump en su primer viaje al extranjero desde su victoria electoral.