La Comisión espera recabar apoyo para la frágil transición siria tras los episodios de violencia contra minorías étnicas y religiosas en las regiones costeras del país.
El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Asaad al Shibani, participará este lunes 17 en la conferencia anual de la Unión Europea sobre Siria, celebrada en Bruselas. Es la primera reunión de estas características tras la toma de posesión del Gobierno de transición de Damasco, poco después del derrocamiento del régimen de los Al Assad el pasado mes de diciembre.
Se espera que la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la jefa de la diplomacia, Kaja Kallas, y los ministros de Asuntos Exteriores de la UE participen en las conversaciones centradas en la transición política, la recuperación económica y la reconstrucción de Siria tras 14 años de guerra civil y medio siglo de dictadura.
Según un alto funcionario de la UE, el bloque propondrá propuestas de financiación adicionales para apoyar al país. Esta fuente añade que se está estudiando el posible papel del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en la reconstrucción de Siria. El funcionario también ha dicho que se teme que la congelación de la ayuda humanitaria por parte de los organismos de cooperación internacional de EE.UU. pueda agravar la crisis económica siria, y que los donantes europeos y otros actores internacionales deben llenar ese vacío.
La UE hace equilibrismos y busca su papel en la transición siria
Bruselas ha expresado su apoyo a los esfuerzos de las autoridades, comandadas por una coalición paramilitar islamista que derrocó al régimen de los Al Assad, para lograr una transición democrática en Siria. El mes pasado, el bloque levantó una serie de sanciones sobre industrias clave como la energía, el transporte y los sectores financieros.
El bloque también ha saludado las medidas adoptadas por el Gobierno provisional para garantizar que todos los sectores de la sociedad siria estén representados en la transición. La Administración de Al Shaara firmó la semana pasada un acuerdo con las facciones kurdas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que controlan el noreste del país, para que se integren en las fuerzas gubernamentales. Pero otra fuente diplomática europea expresa sus preocupaciones por el estallido de violencia sucedido a principios de mes en las provincias costeras de Latakia y Tartus, bastiones de apoyo al exdictador Bashar al-Assad.
Grupos armados vinculados al Gobierno islamista suní llevaron a cabo la ejecución extrajudicial de 803 personas en respuesta a los ataques de milicias pro Al Assad, según informó la semana pasada un grupo de observación del conflicto. Otros informes cifran en 1.200 el número estimado de ejecuciones.
La ONU ha verificado 111 de esos homicidios y afirma que familias enteras murieron en lo que parecen ser ejecuciones en zonas predominantemente alauitas, una rama minoritaria del islam. Ahmed al Sharaa prometió entonces crear una comisión independiente para investigar los asesinatos, con la UE solicitando una investigación "rápida, transparente e imparcial".
Bruselas se mueve en una delicada línea entre las declaraciones de apoyo a la transición comandada por Al Sharaa pero pendiente ante una posible espiral de violencia contra las minorías étnicas y religiosas sirias. Hay'at Tahrir al-Sham (HTS), el grupo paramilitar que derrotó a Al Assad, sigue figurando en la lista de organizaciones terroristas de la UE.
Los posibles préstamos del BEI y la situación de los refugiados sirios, sobre la mesa
Fuentes comunitarias afirman que la UE extenderá unos 2.120 millones de euros a la nueva Administración, ya comprometidos en la conferencia del año pasado, además de un préstamo del BEI estimado entre unos 230.000 y 370.000 millones de euros. "También esperamos que los países de la zona, incluida la región del Golfo, puedan apoyar más en el aspecto económico", ha dicho un funcionario de la UE.
Los Estados de la región ya se están comprometiendo: según los informes, Catar ha comenzado a suministrar gas natural a Siria a través de Jordania para hacer frente a la escasez de electricidad del país.
Aunque la UE ya ha dado los primeros pasos para apoyar la recuperación económica de Siria con el levantamiento de las sanciones, Estados Unidos aún no ha hecho lo mismo. Una decisión de este tipo por parte de la administración Trump sería vital para la economía de Siria, ha dicho un funcionario de la UE, añadiendo que la reducción inicial de las sanciones comunitarias ayuda a que las empresas europeas regresen e inviertan en Siria.
También es probable que se discuta sobre la diáspora siria en Europa. El estatus de refugiados de estas personas está siendo puesto en cuestión por algunos Gobiernos europeos tras la caída del anterior régimen. Una encuesta reciente de ACNUR revela que el 27% de los refugiados sirios quieren regresar a su país en el próximo año. Esa cifra era del 2% antes de la caída del régimen.