El accidente de 2015 causó conmoción cuando los investigadores revelaron que el copiloto Andreas Lubitz estrelló deliberadamente el avión contra una ladera francesa.
Se han celebrado conmemoraciones en Francia, Alemania y España con motivo del décimo aniversario del accidente aéreo de Germanwings en los Alpes franceses. La mañana del 24 de marzo de 2015, el vuelo 9525 de Germanwings partió de Barcelona y debía aterrizar en Düsseldorf. Pero el copiloto Andreas Lubitz estrelló deliberadamente el avión contra la ladera de una montaña, matando a las 150 personas que iban a bordo, según concluyeron los investigadores.
Entre las víctimas había 16 estudiantes y dos profesores de un instituto de Haltern am See, localidad del oeste de Alemania, que volvían a casa de un viaje de intercambio en España.
Entre los demás pasajeros también había dos bebés, dos renombradas cantantes de ópera alemanas, un miembro de una banda de rock argentina, tres generaciones de una familia, una madre y su hijo de vacaciones, una pareja de recién casados, viajeros de negocios y muchas otras personas. Aunque la mayoría de las víctimas procedían de Alemania y España, entre los fallecidos había 17 nacionalidades.
Muchos familiares de las víctimas visitaron el lugar del accidente en los Alpes franceses, cerca del pueblo de Le Vernet. Varias autoridades locales, junto con Carsten Spohr, consejero delegado de Lufthansa, empresa matriz de Germanwings, también depositaron flores en memoria de las vidas perdidas.
En la localidad alemana de Haltern am See, los estudiantes colocaron rosas en el patio del instituto Joseph König, y cientos de personas se reunieron bajo la lluvia para guardar un minuto de silencio a las 10:41 horas, la hora exacta en que se estrelló el avión.
El director del centro, Christian Krahl, subrayó la importancia de recordar la tragedia, incluso para los alumnos que no se vieron directamente afectados por ella. "Queremos estar cerca de aquellos que hoy están infinitamente tristes", dijo.
También se depositaron coronas de flores en el cementerio de la ciudad, donde están enterrados algunos de los estudiantes. Allí se erige un monumento en forma de aula escolar como homenaje a las jóvenes vidas perdidas.
También estaban previstas conmemoraciones en los aeropuertos de Düsseldorf y Barcelona. En el aeropuerto de Düsseldorf había un libro de condolencias en la llamada Sala del Silencio para empleados y viajeros.
El accidente causó conmoción en todo el mundo cuando se supo que el copiloto Lubitz había dejado fuera de la cabina al capitán y había estrellado deliberadamente el avión contra la ladera de una montaña.
Lubitz había tenido problemas de depresión, pero tanto su aerolínea como las autoridades consideraron que estaba en condiciones de volar. En los meses anteriores al accidente, había sufrido insomnio y temía quedarse ciego, pero ocultó sus problemas a su jefe.
"El estado de conmoción, la profunda compasión de todos los habitantes por las familias y la pregunta de por qué ha sucedido esto nos acompañan todavía hoy", declaró a los medios de comunicación alemanes Andreas Stegemann, alcalde de Haltern am See.
"El accidente de Germanwings es una parte permanente de la historia de nuestra ciudad", añadió. El lugar del accidente en Francia está marcado por un Orbe Solar de 5 metros, que representa el sol y los cinco continentes. El monumento, compuesto por 149 placas de aluminio dorado que recuerdan a todas las personas que viajaban a bordo excepto el copiloto, se erigió en 2017.