Tras detectarse al menos cuatro casos de la enfermedad, aumenta la preocupación por la posible escasez de leche y carne.
Mientras Eslovaquia prosigue sus esfuerzos para librar al país de la fiebre aftosa, después de que el martes se declarara el estado de emergencia en todo el país. Se ha detectado un nuevo brote de la enfermedad en Hungría, a unos 15 kilómetros de la frontera eslovaca, cerca de Bratislava.
Se han instalado esteras de desinfección en los pasos fronterizos húngaros, los veterinarios vigilan la situación sobre el terreno y se está procediendo a la eliminación de los animales infectados. El ministro de Agricultura, Richard Takáč, ofreció detalles sobre la situación durante una rueda de prensa.
"En Hungría se ha confirmado que otra explotación padece la enfermedad vírica de la fiebre aftosa", declaró. "Está situada a 40 kilómetros de la primera granja en la que se confirmó el virus en Hungría el 6 de marzo". Takáč también ha confirmado un cuarto caso de la enfermedad en una explotación ganadera de la localidad eslovaca de Lúč na Ostrove.
El presidente Peter Pellegrini pidió un estricto cumplimiento de las medidas para evitar que los brotes estallen en una epidemia en toda regla, que podría desencadenar escasez de leche y carne.