Fátima Ofkir Reyes fue captada por una red de narcotraficantes en España y estaba encarcelada en Omán desde hacía siete años. En 2018 y con 18 años, se convirtió en la española más joven del mundo cumpliendo una condena en un país extranjero.
Durante los últimos siete años, Fátima Ofkir Reyes, de 25 años, ha pagado muy caro un delito que cometió a los 18 y por el que recibió una pena de cadena perpetua que estaba cumpliendo desde el 12 de agosto de 2018 en una cárcel de mujeres en Omán. Ahora, y gracias a una amnistía que el sultán concede cada año tras el Ramadán, ha sido liberada por las autoridades y ha podido regresar a su casa en Hospitalet, Barcelona.
Ofkir llegó a las 7.25 de este domingo al Aeropuerto de Barcelona-El Prat. "Muchísimas gracias, ya estoy de vuelta en casa y cuando me sienta un poco mejor, cuando esté perfectamente estabilizada, hablaré con todos vosotros. Por ahora ya estoy en casa. Gracias", ha dicho en un vídeo difundido por su equipo jurídico tras pisar territorio español.
El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ya había informado sobre su llegada en una entrevista en 'Catalunya Ràdio' recogida por 'Europa Press'. Albares agradeció al sultán de Omán su humanidad y este "gesto de amistad hacia España".
La joven catalana estaba acusada de tráfico de drogas tras haber sido captada por una red de narcotraficantes en España y enviada a Omán a recoger un paquete con siete kilos de morfina. A pesar de que se arrepintió antes realizar su misión, la Policía omaní irrumpió en su hotel y encontró el cargamento.
Los abogados de Ofkir anunciaron su liberación a través de un comunicado en el que agradecieron la labor a todos los que han colaborado en su liberación, especialmente al empresario Antonio Sagnier y al juez Baltasar Garzón.
La Asociación de Estudiantes de Hospitalet abrió la página web #FreeFatima hace cuatro años en apoyo a su compañera para dar visibilidad al caso y obtener fondos para los gastos legales del proceso. "Fátima es una chica con un carácter alegre y extrovertido, que no pasaba desapercibida y participaba en todos los proyectos que se le ponían por delante", se lee en la web, en donde pedían su regreso a casa.
"Una segunda oportunidad" tras 7 años de lucha
La defensa de la joven española, Vosseler Abogados, dice en su comunicado que el proceso judicial de Ofkir estuvo "plagado de irregularidades". Además, lamenta los "gravísimos errores" cometidos por su primer abogado. Durante el juicio, Fátima estaba "totalmente desamparada, sin saber árabe ni entender nada de lo que estaba pasando", aseguran.
Fátima estaba en una cárcel de mujeres en pleno desierto, obligada a usar un burka y rezar cinco veces al día, y donde solo podía hablar telefónicamente con su familia un minuto cada 15 días. Sus abogados dicen que recibió la opción de la pena capital si no quería pasarse toda la vida encerrada, "una terrible opción que ella, en una fortísima depresión, se llegó a plantear".
Dos años y medio después de su ingreso en prisión, la madre de Fátima pidió ayuda a Mónica Santiago, directora ejecutiva de Vosseler Abogados, quien empezó su defensa buscando abogados en Omán con conocimiento de las leyes del sultanato para revisar la condena de la joven, y buscando apoyos de diplomáticos internacionales.
"Han sido siete años de dura lucha y muchos sinsabores y momentos de desánimo", declararon los abogados de la joven, asegurando que al final "se pudo conseguir la libertad de Fátima" y que tenga "otra oportunidad para empezar de nuevo una vida totalmente diferente a la que dejó como una adolescente desorientada en L’Hospitalet, municipio al que regresa como una mujer con una durísima experiencia de vida que le ha hecho madurar y replantearse su futuro". Y agregan: "La historia de Fátima nos recuerda que todos merecemos una segunda oportunidad".