Los analistas creen que esto beneficia tanto al régimen talibán, que busca mayor reconocimiento internacional, como al Gobierno ruso, preocupado por otras organizaciones paramilitares en la región y su conflicto bélico en Ucrania.
El Tribunal Supremo de Rusia ha levantado la prohibición que pesaba sobre el régimen talibán afgano, grupo que fue designado como organización terrorista hace más de dos décadas.
La medida se considera una victoria diplomática para el grupo, que fue incluido en la lista de organizaciones terroristas de Moscú en 2003, por lo que cualquier contacto con ellos estaba penado por ley. En los últimos años, y desde la caída de Kabul durante el verano de 2021, varias delegaciones talibanes han asistido a diversos foros organizados por Rusia, en un intento de Moscú de reforzar su posición en Oriente Medio.
La sentencia del tribunal, dictada a petición de la Fiscalía General, se produce tras la aprobación el año pasado de una ley que estipula que la designación oficial como organización terrorista puede ser suspendida por un tribunal. Funcionarios rusos han insistido recientemente en la necesidad de colaborar con los talibanes para "ayudar a estabilizar" Afganistán. En los últimos años, los países centroasiáticos de Kazajstán y Kirguistán también han retirado a los talibanes de sus listas de grupos terroristas.
Los talibanes tomaron el poder en Afganistán en agosto de 2021, cuando las tropas estadounidenses y de la OTAN se encontraban en la última fase de su retirada del país tras dos décadas de guerra.
Los militares religiosos prometieron un Gobierno más moderado que durante su primera etapa en el poder, de 1996 a 2001, pero pronto empezaron a imponer estrictas restricciones a mujeres y niñas tras la toma del poder. Las mujeres tienen prohibido acceder a la mayoría de los trabajos y lugares públicos, incluidos parques, baños y gimnasios, mientras que a las niñas se les impide estudiar más allá del sexto grado. La mitad de la población afgana tiene prohibido, incluso, sentarse en lugares públicos. Los talibanes también han recuperado su estricta interpretación de la 'sharia' o ley islámica, incluidas las ejecuciones públicas.
A principios de este año, la ONU reiteró su llamamiento a los talibanes para que levantaran las prohibiciones. Los decretos del grupo que limitan la participación de niñas y mujeres han afectado a la ayuda extranjera al país. Medidas como estas han aislado a los talibanes en la escena mundial, aunque su gobierno ha establecido lazos diplomáticos con países como China o Emiratos Árabes Unidos.
Algunos miembros de los talibanes desean un compromiso más significativo con la comunidad internacional y quieren desechar políticas más duras para atraer más apoyo exterior. En los últimos meses han aumentado los contactos entre los talibanes y Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump, sobre todo en relación con el intercambio y la liberación de prisioneros.
Ibraheem Bahiss, analista senior del programa de Asia de Crisis Group, afirma que la inclusión de los talibanes en la lista de grupos terroristas supone un impedimento legal para los lazos comerciales y políticos con Kabul. Su retirada de la lista de organizaciones terroristas por parte del Kremlin refleja el deseo de Moscú de mejorar estas relaciones. "Sin embargo, más allá de facilitar a particulares y empresas sus relaciones con Afganistán, no estoy seguro de qué otro beneficio importante tendrá esta medida", dice el experto.
Otro analista de Asia, Michael Kugelman, cree que la medida rusa no es innovadora porque muchos países nunca han llegado a designar formalmente a los talibanes como organización terrorista. Al mismo tiempo, califica la decisión como "beneficiosa para todos" en estas relaciones bilaterales. Para Rusia, servirá como medida de fomento de la confianza y permitirá a Moscú proteger mejor sus intereses en Afganistán, en particular ante los grupos terroristas que preocupan al Ejecutivo de Putin, como los restos del Estado Islámico. "Mientras tanto, para los talibanes, la decisión del tribunal refuerza su legitimidad, la cual pueden aprovechar para avanzar en la aceptación internacional de su Gobierno", concluye Kugelman.