Según la UNESCO, Moscú ha destruido o dañado más de 500 sitios culturales en Ucrania. Ahora, Bruselas ha puesto sobre la mesa otros 2 millones de euros adicionales para apoyar al sector cultural de Ucrania.
Iglesias, monumentos conmemorativos y bibliotecas: Rusia ha dañado o destruido más de 500 sitios culturales en Ucrania, entre ellos 150 religiosos, en más de tres años de guerra, según la UNESCO. Entre ellos, la Catedral de la Transfiguración de Odesa y el palacio Popov de la región de Zaporiyia.
Una estrategia "deliberada", "coordinada" y "estratégica" por parte de Moscú, según el comisario europeo de Cultura. "Nuestros enemigos, los agresores rusos, saben que una nación es algo más que un territorio. Una nación es su gente, sus historias, sus tradiciones, sus valores, su cultura", declaró a 'Euronews' Glenn Micallef.
"Por eso tenemos que ser firmes en este punto. Debemos seguir apoyando a nuestros amigos ucranianos", añadió. La protección del patrimonio cultural ucraniano, amenazado por la guerra, fue el tema central de la Conferencia para la Reconstrucción de Ucrania. La Comisión Europea y 25 Estados miembros unirán sus fuerzas en un planteamiento de Equipo Europa para apoyar la preservación de la cultura ucraniana, anunció el jueves en Roma el comisario europeo de Cultura.
2 millones de euros adicionales a la cultura ucraniana
La UE destinará 2 millones de euros adicionales a apoyar el sector cultural ucraniano, con lo que su contribución asciende a 7 millones de euros este año y a 48 millones desde el inicio de la guerra.
"La guerra en Ucrania no es sólo una guerra por el territorio. Es una guerra contra los valores. Es una guerra contra la cultura. Y la cultura ucraniana forma parte de la cultura europea. Por eso, debemos reconocer su valor y por eso debemos protegerla", afirmó el comisario europeo.
"Tenemos que fijarnos en lo que está ocurriendo en Ucrania porque siempre que se ataca a la democracia, la cultura es el principal objetivo. La cultura debe ser también la principal defensa", añadió. La destrucción deliberada del patrimonio cultural es un crimen de guerra, según la ONU.