El 13 de julio de 1977 marcó un hito fundamental en la historia democrática de España. En esa fecha se celebró la primera sesión constitutiva del Senado español tras cuatro décadas de dictadura franquista, representando un paso crucial en la transición hacia la democracia.
La sesión constitutiva del Senado tuvo lugar apenas un mes después de las históricas elecciones generales del 15 de junio de 1977, las primeras elecciones democráticas en España desde febrero de 1936. Estas elecciones, conocidas como las "elecciones de la transición", habían sido convocadas por el Gobierno de Adolfo Suárez y representaron la culminación de un proceso de reformas políticas que había comenzado con la Ley para la Reforma Política de 1976.
El clima político de la época estaba marcado por la incertidumbre, pero también por una esperanza renovada. Los españoles habían acudido masivamente a las urnas, con una participación del 78,7%, demostrando su compromiso con el proceso democrático. La Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez había obtenido la victoria, seguida por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) liderado por Felipe González.
La composición del Senado de 1977
El Senado que se constituyó aquel 13 de julio de 1977 estaba compuesto por 248 senadores, elegidos mediante un sistema mixto que combinaba la elección directa por provincias y la designación por las comunidades autónomas (aunque estas últimas aún no existían formalmente). La UCD obtuvo 106 senadores, convirtiéndose en la fuerza mayoritaria, mientras que el PSOE logró 47 escaños.
Entre los senadores electos se encontraban figuras que serían fundamentales en la construcción de la nueva España democrática. Personalidades como Santiago Carrillo del Partido Comunista, que había vuelto del exilio, o Jordi Pujol, que representaba el catalanismo democrático, formaron parte de esta primera legislatura constituyente.
La sesión constitutiva
La sesión del 13 de julio de 1977 se desarrolló en el Palacio del Senado, en la madrileña Plaza de la Marina Española. El acto fue presidido por el senador de mayor edad, Antonio Fontán, siguiendo la tradición parlamentaria, y tuvo un carácter solemne y esperanzador. Los senadores prestaron juramento o promesa de acatar la Constitución y las leyes, aunque paradójicamente, la Constitución democrática aún estaba por escribirse.
El momento más emotivo de la jornada fue cuando muchos senadores, especialmente aquellos que habían vivido el exilio o la represión, ocuparon sus escaños por primera vez. Algunos no habían pisado España en décadas, y su presencia simbolizaba la reconciliación nacional que se buscaba construir.
El papel del Senado en la transición
Aunque el Senado sería tradicionalmente considerado la "cámara de segunda lectura" o cámara alta, su papel durante la transición fue fundamental. Los senadores participaron activamente en la elaboración de la Constitución de 1978, contribuyendo especialmente en los debates sobre la organización territorial del Estado y la configuración del modelo autonómico.
La Comisión Constitucional del Senado, presidida por Antonio Fontán, realizó importantes aportaciones al texto constitucional, particularmente en lo referente a la definición del papel de las comunidades autónomas y la estructura del Estado español.
A 48 años de aquella sesión constitutiva, el Senado español ha evolucionado considerablemente. La reforma del Reglamento del Senado de 1994 lo convirtió en una verdadera "cámara de representación territorial", papel que se ha ido reforzando con el desarrollo del Estado autonómico.
El Senado actual cuenta con 265 senadores, 208 elegidos por sufragio universal directo y 57 designados por las comunidades autónomas. Su composición refleja la diversidad territorial y política de España, manteniendo el espíritu pluralista que caracterizó aquella primera sesión de 1977.