Menos de una semana después de la catástrofe que costó la vida a 16 personas en Lisboa, reabre al público la calzada de la Gloria, la cuesta por la que circulaba el funicular siniestrado. Los lisboetas piden explicaciones ante las dudas que surgen sobre su seguridad.
Vuelve a ser posible subir y bajar por la calzada de la Gloria de Lisboa. Pero ahora las vías están vacías. Las dos cabinas del funicular han sido desmontadas. En la pared se pueden ver las consecuencias del trágico que sacudió la ciudad y dejó 16 muertos.
En los dos puntos de salida y llegada del funicular se amontonan flores, velas y fotografías en homenaje a los fallecidos. Peter Garden, turista británico, estaba cerca de aquí cuando ocurrió la tragedia: "Estábamos en un restaurante a 200 metros de aquí y oímos las ambulancias", cuenta.
"Vinimos en cuanto oímos las ambulancias y las sirenas. Lo que más nos llamó la atención fue que, en medio de todo aquel caos, había un silencio total en toda la zona. No vimos caer el funicular, pero estábamos en este lugar y todo estaba muy tranquilo, como si toda la ciudad se hubiera parado de repente".
Mohammed Farid trabaja en una tienda de recuerdos justo enfrente del lugar de la catástrofe. Fue uno de los primeros en acudir al lugar, ayudar a las víctimas y filmar lo sucedido. El vídeo que grabó en ese momento se hizo viral: "Es muy difícil vivir este tipo de situaciones. Es muy difícil. Al principio intentamos ayudar, pero cuando ves todos estos cadáveres, tu cabeza no funciona bien. Todos llorábamos y nos preguntábamos qué había pasado".
Preguntas sin respuesta
La catástrofe del funicular de la Gloria ha causado una herida abierta en la ciudad de Lisboa que no se cerrará pronto. Hay muchas preguntas que esperan respuesta. A pocos metros del funicular de la Gloria hay otro funicular, el de Lavra. Lisboa cuenta además con otros dos funiculares: el de Bica y el de Graça, inaugurado hace muy poco. Todos ellos están parados hasta nuevo aviso.
El lunes, el Ayuntamiento de Lisboa celebró una reunión y decidió que el sistema de seguridad de los funiculares se revisaría por completo. Sin embargo, aún quedan interrogantes: por ejemplo, ¿cómo es posible diseñar un sistema de frenado de emergencia que no funcione si se rompe el cable?
Otra cuestión que preocupa a los lisboetas y presiona a las autoridades es cómo se eligió a la empresa que mantenía los funiculares de Lisboa, MNTC, y cómo fue posible que entre el primer contrato firmado en 2019 y el segundo, firmado tres años después, el coste del mantenimiento se redujera en unos siete mil euros, según el canal de televisión 'SIC'. Los lisboetas quieren respuestas.
Las víctimas han sido identificadas
La Fiscalía General del Estado ha confirmado este martes que dispone de las identidades de todas las víctimas del accidente de la semana pasada. Se trata de ocho hombres y ocho mujeres, con edades comprendidas entre los 36 y los 82 años: dos víctimas de Canadá (una de ellas con doble nacionalidad canadiense y marroquí), tres del Reino Unido, dos de Corea del Sur, una suiza, una francesa, una ucraniana y una estadounidense, además de las cinco víctimas portuguesas, que fueron las primeras en ser reveladas.
Sólo quedan cuatro nombres por conocer: las dos víctimas surcoreanas, la ucraniana y la suiza. El último nombre en conocerse fue el de la víctima de mayor edad. Andrew David Kenneth Young, de Gales, es la tercera víctima británica que se conoce, después de Will Nelson y Kayleigh Smith.
El hombre, de 82 años, era un "entusiasta de los transportes antiguos" y le encantaba viajar para conocer instalaciones como el funicular de la Gloria, donde acabó perdiendo la vida, según han informado varios medios de comunicación sobre su muerte.