La operación, supervisada por la Policía Judicial, trasladó los restos a la prisión de Tires para un examen forense. Los investigadores mencionaron posibles delitos como homicidio negligente, violación de normas de seguridad y homicidio por omisión, todos con posibles penas de prisión.
El presidente Marcelo Rebelo de Sousa y el primer ministro del Gobierno, Luis Montenegro, visitaron el lugar del accidente y luego asistieron a una misa conmemorativa en Lisboa junto al alcalde Carlos Moedas. El presidente pidió una investigación rápida y subrayó la necesidad de suspender otros funiculares para su inspección.