Francia continúa alineada con países de Europa Central, más dependientes del carbón (Polonia) o contrarias a las políticas verdes (Eslovaquia o Hungría), para descafeinar o al menos retrasar los objetivos climáticos de la UE, que pretenden reducir las emisiones comunitarias en un 90% en 15 años.
La polémica decisión sobre el objetivo de emisiones climáticas de la Unión Europea para 2040 no se tomará a nivel ministerial la próxima semana como estaba previsto inicialmente, según fuentes comunitarias consultadas.
La presidencia danesa, quien actualmente dirige el Consejo de la Unión Europea -organismo con representación de los 27 a nivel ministerial- quería que los ministros de Medio Ambiente votaran sobre el objetivo este jueves 18 de septiembre. Pero el funcionario comunitario consultado asegura que los Estados miembros "aún no están preparados" y la cuestión se aplazará para ser debatida y acordada por los jefes de Estado de la UE durante una cumbre en octubre.
En julio de este año, la Comisión propuso un objetivo de reducción de emisiones del 90% para 2040 con respecto a los niveles de 1990. Se trata de la continuación del objetivo para 2030, de una reducción de al menos el 55%. "No podemos apoyar el texto tal y como está ahora. No es el momento geopolítico ideal. Además, el texto se puso sobre la mesa bastante tarde", declara a 'Euronews' un segundo funcionario europeo, asegurando que los países "necesitan un mayor equilibrio entre los objetivos y la competitividad".
El primer diplomático de la UE dice que el objetivo en el Consejo de octubre es mantener un debate "decisivo", rechazando la posibilidad de un voto por unanimidad que "premiaría a los que ofrezcan menos". Sin embargo, el diplomático no descarta que ni siquiera en octubre se tome una decisión. El objetivo climático para 2040 afectará a los planes nacionales de acción climática de la UE en el marco del Acuerdo de París, que se espera presentar en la COP30 de Belém, en Brasil.
Países como Eslovaquia y Hungría se han opuesto abiertamente a la propuesta de la Comisión, argumentando que la ley es una "sentencia de muerte" para la industria del país "Estas propuestas ideológicas son una prueba más de que los burócratas de Bruselas ya han perdido el contacto básico con la realidad. No tienen ni idea del peligro económico que corre la industria europea y, por desgracia, la eslovaca", declaró Tomas Taraba, ministro eslovaco de Medio Ambiente, poco después de conocerse la propuesta. Francia ha dicho que la decisión debe ser tomada por los líderes de la UE y no por los ministros.
La polémica sobre los créditos de carbono
Algunos de los aspectos clave que debaten los diplomáticos de la UE incluyen la contribución de los créditos de carbono internacionales, pagos monetarios que permiten la emisión de una determinada cantidad de CO2, para que no interfieran con el mercado de carbono de la UE. También se está estudiando la posibilidad de almacenar CO2 fuera del bloque. "No estamos en contra de esta idea [los créditos de carbono], pero necesitaríamos más claridad al respecto", añadie el segundo diplomático de la UE.
La austriaca Lena Schilling, diputada de Los Verdes responsable del objetivo climático para 2040 en el Parlamento Europeo, ha dicho que la consideración de los créditos de carbono es "irresponsable con los contribuyentes" y una "traición" a la juventud. "Diluir el objetivo climático de la UE con créditos de carbono significará gastar miles de millones en derechos de contaminación en el extranjero en lugar de llevar a cabo una acción climática real aquí en Europa", ha añadido.
Sven Harmeling, responsable de clima de Climate Action Network (CAN) Europa, ha pedido cautela en relación con el uso de créditos de carbono internacionales: "Socavaría gravemente la ambición y la integridad medioambiental de la contribución de la UE, al tiempo que retrasaría y aumentaría el coste de la transición. La UE tendría que transferir fuera de sus fronteras hasta decenas de miles de millones de euros que, de otro modo, se habrían invertido en la descarbonización nacional", concluye Harmeling.