"Realmente creemos que el Gobierno chino debe centrarse en cómo volver a una situación en la que la demanda y la oferta estén mejor alineadas que en la actualidad", declaró a Euronews en una entrevista Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China.
Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la UE en China, advirtió de un fuerte aumento de las exportaciones chinas a Europa tras el anuncio de Washington de imponer amplios aranceles a las importaciones en abril.
"Hemos visto en la primera mitad del año cómo las exportaciones de China a Norteamérica han ido disminuyendo. Así que creo que tal vez se podría hablar de una desviación del comercio, pero no creo que sea toda la historia", dijo a 'Euronews' en una entrevista el martes.
Eskelund señaló tres factores principales detrás del aumento de las exportaciones: la competitividad de las empresas chinas, una moneda más débil y un fuerte apoyo estatal. Una presión que también sienten las empresas europeas sobre el terreno.
Según la última encuesta de la Cámara de Comercio de la UE en China, el 73% de los encuestados afirma que hacer negocios allí es más difícil año tras año, y que la confianza está por los suelos. Más de la mitad (52%) afirma también que el entorno empresarial está cada vez más politizado que el año anterior.
"El pesimismo que se observa en estos momentos se debe sobre todo a la situación de la economía china. Hemos visto que en muchos sectores hay una competencia muy intensa y exceso de capacidad en algunos otros", afirmó Eskelund.
Pero añadió que el ambiente podría mejorar si Pekín consigue restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda. "Creemos que el Gobierno chino debe centrarse ahora en cómo volver a una situación en la que la oferta y la demanda estén mejor alineadas que en la actualidad", afirmó.
El desplazamiento de los flujos comerciales de EE.UU. a Europa podría tener graves consecuencias para las industrias europeas, sobre todo si las importaciones se ofrecen a precios muy bajos, poniendo en aprietos a los productores locales. Aun así, la Comisión Europea no ve indicios de que se esté produciendo un desvío comercial importante. "Nuestra valoración en este momento es que no hay tal aumento que sea motivo de alarma", declaró el lunes a la prensa Olof Gill, portavoz de la Comisión Europea.
Guerra comercial UE-China: ¿inevitable?
En los últimos años, las relaciones entre la UE y China se han estancado en un ciclo de fricciones, impulsadas por el acceso restringido al mercado chino para las empresas europeas, los crecientes desequilibrios comerciales y el apoyo de Pekín a Rusia en su guerra contra Ucrania.
La tensión quedó patente cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajó a Pekín para asistir a la cumbre UE-China en julio, advirtiendo de que las relaciones habían alcanzado un "punto de inflexión".
Von der Leyen exigió medidas inmediatas para reequilibrar el comercio después de que el déficit comercial de la UE con China alcanzara los 305.800 millones de euros en 2024. También criticó duramente la decisión de China de restringir las exportaciones de siete materias primas fundamentales, una medida que, para muchos en Bruselas, subraya la dependencia europea del gigante asiático.
"Quizá los gobiernos deberían pensar como las empresas", dijo a 'Euronews' Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la UE en China. En su opinión, los gobiernos, al igual que las empresas, deben plantearse alternativas cuando se agota una fuente de suministro clave. "Una de las cosas que hemos aprendido en los últimos años es que siempre necesitamos tener un plan B y quizás incluso un plan C", añadió.
Pero con Estados Unidos intensificando la presión sobre Europa para endurecer su postura, y los desequilibrios comerciales sin mostrar signos de alivio, Eskelund advirtió que es casi seguro que las tensiones con China aumentarán si nada cambia.
"No creemos que nada sea inevitable, pero pensamos que estamos en una trayectoria en la que debemos detenernos y preguntarnos: ¿estamos ahora mismo aumentando el riesgo?", afirmó.
Para evitar que las relaciones se deterioren aún más, el líder empresarial de la UE instó a ambas partes a sentarse y escuchar las preocupaciones de la otra antes de que las consecuencias sean demasiado costosas para ambas economías.
"Para nosotros es muy difícil predecir el futuro, pero toda esta volatilidad es algo que afecta al comportamiento de las empresas, y creo que ahora mismo es un gran reto", afirmó.
Jorge Liboreiro colaboró en la elaboración de este artículo.