El partido de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha preparado una carta al presidente Metsola criticando la venta de productos "a la italiana" en el supermercado de la Eurocámara en Bruselas.
Tras haber acusado la Comisión Europea de "cancelar la Navidad", los conservadores italianos dirigen ahora su ira contra el Parlamento Europeo, culpable en su opinión de permitir la venta de productos "a la italiana" en sus locales de Bruselas.
El martes, la delegación del partido Hermanos de Italia en el Parlamento anunció que presentaría formalmente una carta a la Presidenta Roberta Metsola en relación con el uso de la bandera y los nombres italianos en algunas botellas de salsa para pasta que se venden en el mercado del primer piso del edificio del Parlamento.
"El uso indebido de símbolos o referencias a la italianidad en productos que no proceden de Italia puede constituir una práctica engañosa y, por tanto, ser perseguible", declaró a 'Euronews' el jefe de la delegación de los Hermanos de Italia, Carlo Fidanza, citando un reglamento de la UE que prohíbe los anuncios engañosos.
La carta llega después de que el ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, publicara en Facebook fotos de algunas salsas embotelladas fabricadas en Bélgica, etiquetadas con la bandera tricolor de Italia y nombres que suenan italianos, incluida la famosa salsa para pasta carbonara.
"He pedido que se inicie inmediatamente una verificación", escribió Lollobrigida el martes.
Las salsas embotelladas están efectivamente a la venta en el mercado del Parlamento, según ha comprobado 'Euronews'. Las etiquetas de estos alimentos no afirman que el producto esté fabricado en Italia, sino sólo que algunos ingredientes proceden de Italia y, por este motivo, se asocian a una bandera italiana.
Que conste que el envase de la carbonara contiene ingredientes como nata espesa y panceta que no forman parte de la receta tradicional original, que requiere en su lugar guanciale -y decididamente nada de nata-, pero éste no era el objetivo principal de la queja de Lollobrigida.
Se trata de la última cruzada alimentaria del partido de Meloni, que ya ha protestado contra el uso de términos relacionados con la carne, como "hamburguesa" y "salchicha", en productos de origen vegetal, e incluso ha aprobado una ley que prohíbe la producción en Italia de carne cultivada en laboratorio.
La ministra Lollobrigida tampoco es ajena al tema. Hace dos años, desató la indignación al decir que "en Italia, los pobres comen mejor que los ricos".
La salsa precocinada que se vende en tarros suele estar mal vista en Italia, cuyos habitantes se enorgullecen de las recetas tradicionales y los ingredientes de alta calidad.
En septiembre de 2024, el anuncio por parte del fabricante estadounidense Heinz de un nuevo producto de carbonara en lata provocó un gran revuelo en el país del sur de Europa, donde chefs de la talla de Alessandro Pipero, galardonado con una estrella Michelin, calificaron la nueva pasta en lata de "comida para gatos".