A pesar de que la igualdad en los puestos de poder sigue lejos de alcanzarse, los nuevos datos sitúan a España e Irlanda entre los países que más han avanzado en la última década.
La desigualdad en los puestos de poder sigue siendo el mayor obstáculo para alcanzar la igualdad de género en la Unión Europea, a pesar de los importantes avances logrados en la última década, según el Índice de Igualdad de Género 2025 del Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE).
En toda la UE, las puntuaciones de la categoría de poder, que mide la igualdad entre hombres y mujeres en los puestos de toma de decisiones en las esferas política, económica y social, oscilan entre los 80,3 puntos de Suecia y los 12,9 puntos de Hungría.
El Índice de Igualdad de Género asigna a la UE y a los Estados miembros una puntuación de 0 a 100 puntos. Una puntuación de 100 indicaría que un país ha alcanzado la plena igualdad entre mujeres y hombres.
En la última década, España, Irlanda, Francia e Italia han avanzado considerablemente en la reducción de las diferencias de género en los puestos de toma de decisiones.
¿En qué parte del espectro político reciben las mujeres un trato más desigual?
En general, las mujeres siguen siendo minoría en los parlamentos y gobiernos a todos los niveles, en las grandes empresas y en instituciones sociales. En 2024, la media de representación en los parlamentos nacionales de la UE fue del 67% de hombres y del 33% de mujeres.
El año pasado, las mujeres también estaban infrarrepresentadas en los consejos de administración de las mayores empresas cotizadas de la UE: el 34% de los consejeros eran mujeres, frente al 66% de hombres. Según la investigación, las mujeres tienen más dificultades para conseguir financiación para sus campañas y suelen tener menos influencia en los procesos de selección de candidatos que sus homólogos masculinos.
Durante las elecciones al Parlamento Europeo, 10 países de la UE aplicaron cuotas de género en sus listas electorales, y las eurodiputadas alcanzaron el nivel de cuota previsto en España, Francia y Croacia. Los estereotipos de género, la violencia y la discriminación disuaden aún más a las mujeres de acceder o permanecer en cargos públicos, socavando así la representación democrática y el progreso.
Entre las 2.600 mujeres políticas elegidas a nivel local encuestadas en 31 países europeos, casi un tercio declaró haber sufrido violencia durante su carrera.
Al ser preguntadas por el impacto de esa violencia en sus funciones y su vida personal, las respuestas fueron diversas: sentirse inseguras (41%), efectos negativos en su vida privada (30%), autocensura ante conflictos políticos (21%) y abandono de la vida pública (12%).
"Los estereotipos de género son especialmente relevantes en el ámbito del poder, ya que influyen en la percepción pública sobre quién se considera apto para ocupar un cargo político o desempeñar determinadas funciones en la sociedad", señalaron los autores del Índice de Igualdad de Género.
En la mayoría de los Estados miembros, los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de estar de acuerdo con la afirmación de que los hombres en política son más ambiciosos. La mayor diferencia entre encuestados se observa en el grupo de 15 a 24 años: un 48% de hombres jóvenes está de acuerdo con dicha afirmación, frente a solo un 34% de mujeres jóvenes.
En la UE, el 17% de las mujeres y el 22% de los hombres creen que las mujeres no poseen las cualidades necesarias para ocupar puestos de responsabilidad política. El apoyo a esta afirmación varía ampliamente entre países: un 49% de los encuestados en Hungría está de acuerdo, frente a apenas un 2% en los Países Bajos.