Una potente llamarada solar de clase X5.1 registrada el martes ha desencadenado una tormenta geomagnética severa que alcanzó la Tierra entre ayer y hoy. Aunque expertos la califican como la más intensa en años, España solo sufrirá efectos leves gracias a su ubicación geográfica.
El pasado 11 de noviembre se registró una intensa erupción solar de clase X5.1, con un pico de actividad alrededor de las 10:04 UTC. Esta llamarada, procedente de la región activa NOAA 14274, fue seguida menos de una hora después por la observación de una eyección de masa coronal (CME) con una velocidad inicial estimada de 1.500 km/s.
La Agencia Espacial Europea (ESA) advirtió que se trataba del tercer evento consecutivo, ya que dos CMEs previas habían impactado la Tierra el martes por la noche, desencadenando una tormenta geomagnética de nivel G4 (severa).
"Nuestra planeta fue golpeado por dos CMEs consecutivas la noche pasada. Esperamos que una tercera llegue hoy o mañana. El impacto dependerá de si se fusiona con las dos primeras", explicó Juha-Pekka Luntama, jefe de la Oficina de Meteorología Espacial de la ESA.
Los efectos de este fenómeno pueden afectar satélites, redes eléctricas y sistemas de navegación, aunque no representa ningún riesgo biológico directo para la población gracias a la protección de la atmósfera y la magnetosfera terrestres.
¿Qué se verá afectado por la tormenta solar?
Según la propia ESA la erupción solar fue observada el día 11, es de intensidad severa y afectará directamente a satélites, probablemente redes eléctricas y aviación, además de sistema GPS.
España, en zona de bajo impacto
Fuentes del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades han confirmado que "todo apunta a que los efectos en nuestro país serán limitados y de corta duración". La razón principal es la ubicación geográfica de España en latitudes medias, alejada de las regiones polares donde los efectos son más intensos.
Los impactos previstos incluyen interferencias puntuales en sistemas de navegación por satélite (GPS y GNSS) con ligeras pérdidas de precisión, así como posibles fallos en comunicaciones por radio de onda corta o alta frecuencia. Sin embargo, las redes habituales de telefonía móvil, internet o radio FM no se verán afectadas.
"No se esperan daños significativos ni paradas en las infraestructuras críticas españolas", aseguraron desde el Ministerio, que mantiene la vigilancia junto a la Agencia Espacial Española (AEE) para prevenir situaciones potencialmente críticas.
La tormenta reduce su intensidad
La ESA, en colaboración con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, ha comunicado que la tormenta ha descendido de nivel G4 a G3 en la escala de alertas, que va desde G1 (menor) hasta G5 (extrema). No obstante, los expertos advierten que aún son posibles condiciones G4 y que la actividad geomagnética elevada podría mantenerse hasta el viernes.
Para mejorar la predicción de futuros eventos, la ESA está desarrollando nuevas misiones espaciales. Vigil, programada para 2031, observará el Sol desde el Punto de Lagrange 5, permitiendo detectar eventos solares peligrosos antes de que sean visibles desde la Tierra.
Otra misión propuesta, Shield, situada a más de 15 millones de kilómetros de la Tierra, podría proporcionar alertas con dos horas y media de antelación, tiempo suficiente para que operadores de infraestructuras críticas se preparen y minimicen los impactos.