El fotoiniciador, más conocido como TPO, también está presente en productos dentales, especialmente en resinas y cementos utilizados para la selladura de fisuras, restauración de dientes y blanqueamientos.
Desde el pasado 1 de septiembre entró en vigor la prohibición del uso de TPO (en español, óxido de trimetilbenzoil difenilfosfina) en esmaltes semipermanentes, en todos los países de la Unión Europea.
Esta sustancia, un fotoiniciador que permite acelerar el secado y la solidificación de las uñas de gel mediante luz UV, fue considerada por la Comisión Europea como "carcinógena, mutagénica y tóxica para la reproducción".
La ley ha dejado al sector desconcertado, con los salones de manicura sin saber cómo eliminar de forma segura el stock existente y afrontar el perjuicio debido a los numerosos esmaltes ahora inutilizables. También los fabricantes han tenido que apresurarse para reformular los productos sin la sustancia controvertida.
La prohibición podría no limitarse solo a los productos cosméticos, ya que este compuesto químico está presente en numerosas aplicaciones para solidificar materiales.
Los fotoiniciadores presentes en productos dentales
Es el caso de la medicina dental: los fotoiniciadores como el TPO se utilizan en ciertos productos dentales, especialmente en resinas y cementos, para ayudar en la curación y obtener un acabado estable y sin decoloración.
El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos (COE) confirmó el uso de este compuesto en procedimientos dentales en España, según 'Rádio Renascença'. Entre los procedimientos se incluyen la selladura de fisuras, la restauración de dientes e incluso tratamientos estéticos como el blanqueamiento dental.
De acuerdo con el COE, la cantidad de esta sustancia "es mínima comparada con la utilizada en los cosméticos", aunque el porcentaje de TPO no se mencione en los productos dentales.** También es una incógnita si su presencia en las resinas y cementos conlleva un riesgo para la salud.
Alerta entre los odontólogos
Después de que la Comisión Europea (CE) prohibiera este químico en la cosmética, los odontólogos y las empresas de materiales ortodónticos temen ahora una extensión del reglamento a este sector y una posible ampliación de la ley a los utensilios médicos. El TPO aún está permitido en otras facetas de la odontología, en los envases de alimentos, en la impresión 3D y hasta en la construcción de prótesis.
En 'Radio Renascença', el Infarmed dijo desconocer la presencia de esta sustancia en la industria dental, señalando únicamente que "en este momento se está ocupando del cumplimiento de lo previsto en el reglamento europeo, es decir, la prohibición del uso de TPO en esmaltes".