Un nuevo estudio sugiere que los genes relacionados con conductas impulsivas también están vinculados a la salud mental, la obesidad y otras afecciones.
La necesidad de una recompensa inmediata está profundamente arraigada en nuestro ADN, y podría influir en un amplio abanico de riesgos para la salud a lo largo de la vida, según sugiere un extenso estudio genético.
Los científicos saben desde hace mucho que los rasgos relacionados con la impulsividad pueden transmitirse de padres a hijos y que están vinculados a la salud mental y física, pero los resultados aportan nueva luz sobre las vías biológicas que sostienen esta relación.
"La toma de decisiones impulsiva es algo que todos experimentamos, pero sus raíces biológicas han sido sorprendentemente difíciles de identificar", dijo Sandra Sanchez-Roige, una de las autoras del estudio y profesora asociada de psiquiatría en la Universidad de California en San Diego, en Estados Unidos.
Su equipo analizó datos del genoma completo de casi 135.000 personas que utilizaron 23andMe, la empresa de pruebas de ADN a domicilio.
Los investigadores identificaron 73 rasgos psiquiátricos, cognitivos y de salud física que parecen estar vinculados a un mecanismo clave de la toma de decisiones impulsiva, el descuento por demora, la tendencia a priorizar recompensas pequeñas e inmediatas frente a perspectivas mayores en el futuro.
Esos 73 rasgos incluyen los vinculados al consumo de sustancias, la depresión, la función ejecutiva, el dolor crónico, la salud cardiovascular, la obesidad, problemas del sistema inmunitario y el insomnio, según el estudio, publicado en la revista 'Molecular Psychiatry'.
Análisis adicionales indican que estos vínculos pueden explicarse por "procesos biológicos tanto solapados como específicos de cada rasgo", señalaron los investigadores. Por ejemplo, varios de los genes estaban implicados en la señalización de la dopamina, la estructura cerebral y vías metabólicas relacionadas con el crecimiento neuronal y las conexiones.
Para comprender las consecuencias reales en la salud, los investigadores crearon puntuaciones genéticas de riesgo para el descuento por demora y después analizaron los resultados de salud de más de 66.000 personas. Según el estudio, las puntuaciones se asociaron a 212 problemas médicos, entre ellos la diabetes tipo 2, el dolor crónico y la enfermedad cardíaca.
Los hallazgos indican "que el descuento por demora es medible, muy hereditario y relevante para muchos aspectos de la salud", incluidos el desarrollo cerebral, la cognición y el bienestar físico, dijo Sanchez-Roige en un comunicado.
Los investigadores dijeron que los estudios futuros deberían tratar de averiguar si los genes vinculados al descuento por demora causan realmente otros problemas de salud, y probar si abordar factores ambientales asociados a la impulsividad, como el nivel educativo, podría mejorar la salud de la población.
"Si seguimos investigando este proceso fundamental de toma de decisiones, podemos descubrir nuevas formas de prevenir o tratar un amplio abanico de afecciones", afirmó Sanchez-Roige.