Mallorca: unas vacaciones más caras para evitar al "turista británico de bajo presupuesto"

Turistas toman el sol en la playa de las Islas Baleares
Turistas toman el sol en la playa de las Islas Baleares Derechos de autor Francisco Ubilla/Copyright 2021 The AP. All rights reserved
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Por Rosie Frost & Charlotte Elton
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Las vacaciones en Mallorca pueden llegar a ser un treinta por ciento más caras, según ha advertido un organismo turístico, ya que la isla pretende limitar el número de "turistas de bajo presupuesto procedentes del Reino Unido".

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Las vacaciones en Mallorca pueden llegar a ser un treinta por ciento más caras, según ha advertido un organismo turístico, ya que la isla pretende limitar el número de "turistas de bajo presupuesto procedentes del Reino Unido".

La soleada isla balear es un destino popular para el turismo de fiesta de bajo presupuesto.

Pero los precios no dejan de subir y seguirán haciéndolo en un futuro próximo, según Juan Ferrer, presidente del Sello de Calidad de Playa de Palma.

"En 2023, las vacaciones serán un 33% más caras que el año anterior", declaró al tabloide alemán Bild.

El aumento se produce en un momento en el que el encarecimiento de la vida afecta a todo el mundo y en el que las autoridades turísticas de Mallorca intentan poner coto al turismo de bajo coste.

¿Por qué suben los precios en Mallorca?

Un año después de la invasión rusa de Ucrania, los precios de la energía y los alimentos, que se dispararon al inicio de la guerra, siguen siendo altos. En Mallorca, la inflación se sitúa en el 5,8%.

El aumento de los precios turísticos puede atribuirse en parte a esta escalada mundial de precios. Pero la isla también quiere limitar el número de viajeros de bajo presupuesto que acepta.

En noviembre, la Directora de Turismo, Lucía Escribano, dijo que la isla "no estaba interesada en recibir a los turistas económicos del Reino Unido".

Estas medidas coinciden con iniciativas similares de otros destinos turísticos españoles. Lanzarote se declaró el verano pasado "zona turística saturada" y anunció planes para limitar el número de visitantes británicos que recibe.

JAIME REINA/AFP or licensors
Turistas británicos de fiesta en la calle Punta Ballena del complejo turístico de Magaluf, en Calvia, Mallorca.JAIME REINA/AFP or licensors

¿Cómo limita Mallorca el turismo económico?

Mallorca pretende limitar el número de plazas hoteleras para turistas con el fin de combatir la masificación, según anunciaron hace un año los consejos de Gobierno de la isla.

El plan consiste en establecer un tope de 430.000 camas turísticas en toda la isla. La presidenta del Consejo de Mallorca, Catalina Cladera, afirmó que quieren "un turismo de más valor y menos volumen".

Tras el levantamiento de las restricciones de viaje COVID-19, la isla registró un número de visitantes sin precedentes. Los turistas llenaron rápidamente las habitaciones de hotel y los alquileres vacacionales, y Cladera admitió que "había vuelto el debate recurrente sobre la masificación".

"No lo voy a negar, este verano ha habido masificación", dijo. "Sin embargo, sólo en algunos lugares y a determinadas horas".

El Consejo de Mallorca confirmó que reevaluará su plan turístico y recortará el número de visitantes a la isla. Se limitará el número de plazas hoteleras y su comercialización.

También ha anunciado un aumento del número de inspectores de turismo para controlar los alquileres vacacionales ilegales.

Los destinos de fiesta más populares reprimen a los turistas ebrios

En Baleares, las autoridades introdujeron una serie de estrictas normas en un intento de reducir la masificación. Los turistas ebrios que antes abarrotaban las calles han sido un objetivo particular de las nuevas normas.

Se han impuesto límites de alcohol en muchos complejos turísticos con todo incluido de Magaluf, El Arenal y la isla de Ibiza. En algunos lugares se ha limitado el consumo de alcohol a tres bebidas en la cena y tres en la comida; cualquier otra bebida alcohólica debe adquirirse por separado.

La legislación también prohíbe las "happy hours", los "pub crawls", las ofertas de dos por una bebida, la venta de alcohol en tiendas entre las 21.30 y las 8.00, y la publicidad de "party boats" en determinadas zonas.

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Este verano, Playa de Palma, una de las zonas de fiesta más populares de Mallorca, prohibió la entrada a los restaurantes a quienes vistieran camisetas de fútbol. Los empresarios se unieron para crear un código de vestimenta destinado a reducir los comportamientos alborotadores.

Ibiza, en particular, quiere distanciarse de su reputación de destino de fiesta y borrachera. En su lugar, las autoridades locales esperan centrarse en un turismo más sostenible, como el de los numerosos centros de bienestar y ecológicos de la isla.

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