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¿Qué hay detrás de la moda de volar con la mirada en un punto fijo, sin comida, agua, ni pausas para el baño?

¿En qué consiste el 'raw-dogging'?
¿En qué consiste el 'raw-dogging'? Derechos de autor Charles Rex Arbogast/AP
Derechos de autor Charles Rex Arbogast/AP
Por Euronews Travel
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Este artículo se publicó originalmente en inglés

¿Le desconcierta la nueva moda del 'raw-dogging' en los viajes en avión? Hemos hablado con expertos para entender las motivaciones para hacerlo y sus inconvenientes para la salud.

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Para la mayoría de nosotros, un vuelode larga distancia es algo que hay que intentar acortar con unos cuidados personales básicos. El tiempo es una barra de progreso y la vida se reduce a comer, beber, dormir, ir al baño y entretenerse.

Pero una nueva y valiente raza de viajeros nos está mostrando que hay otra forma de hacerlo: el 'raw-dogging'. En caso de que aún no haya visto las imágenes de jóvenes mirando fijamente hacia delante en los aviones, permítanos explicárselo... De hecho, eso es básicamente todo lo que hay que hacer.

Volar sin rumbo significa pasarse el viaje mirando el asiento de delante o, si tienes suerte, un mapa de a bordo. Sin música, películas, aperitivos ni bebidas. Y en su forma más dura, sin pausas para ir al baño.

¿Quién está llevando a cabo este tipo de vuelos?

Erling Haaland, un noruego de 24 años más conocido por sus proezas futbolísticas, es uno de los que están convirtiendo el 'raw-dogging' en una especie de deporte de competición.

Hace poco, el delantero del Manchester City se apuntó a la moda de viajar y publicó que había soportado un vuelo de siete horas "sin teléfono, sin dormir, sin agua, sin comida", y que le había resultado "fácil".

A principios de este mes, un hombre publicó en Instagram que acababa de lograr su "mejor marca personal": hacer un vuelo de 13 horas y media entre Shanghái y Dallas. Son sobre todo los hombres y los famosos los que se apuntan a la moda del 'raw-dogging', que ahora se refiere a todo lo que se hace sin protección ni apoyo.

¿Por qué los hombres hacen 'raw-dogging' en vuelos largos?

"Transmite un mensaje sobre la fortaleza mental y la autodisciplina, que históricamente se han considerado rasgos masculinos", explica a 'Euronews Travel' la doctora Gurpreet Kaur, psicóloga clínica en línea.

"Como las líneas de la masculinidad en la sociedad son cada vez más difusas y podría decirse que amenazan la identidad masculina, esta tendencia puede ser más atractiva para los hombres que quieren afirmar su masculinidad a través de una muestra del desafío y la resistencia necesarios".

Para estos hombres, resistirse a sus impulsos naturales es una muestra de fortaleza y fuerza de voluntad, especula la doctora Kaur. "Esto, a su vez, puede validar su propio sentido de sí mismos y su posición en la sociedad como macho alfa".

En términos más generales, la crudeza también podría considerarse una estrategia de supervivencia en tiempos de caos, añade. Cuando hay turbulencias, algunos nos concentramos más en un libro, película o canción, pero otros tienen que mirar hacia delante hasta que las cosas se suavizan.

¿Es bueno o malo volar así?

Algunos han sugerido que esta forma de volar supone una buena técnica de atención plena, una especie de desintoxicación dopaminérgica. Pero los expertos no están tan seguros.

"La atención plena en entornos que distraen, como los aviones sin cancelación de ruido, puede no ser la mejor forma de experimentar la atención plena", afirma la doctora Kaur, especializada en desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés), un tratamiento de salud mental que ayuda a las personas a procesar traumas.

"Por algo se fomenta la meditación en espacios tranquilos. Los profesionales de la salud mental fomentan los momentos de atención plena, pero la práctica del 'raw-dogging' no es un 'momento', ya que se trata de una cantidad de tiempo considerable". Que cuente o no como ejercicio de atención plena también depende de las motivaciones de la persona que lo hace. Algunas preguntas que la doctora Kaur sugiere hacerse son:

¿Es para mejorar uno mismo o para obtener una validación externa? ¿Merece la pena y en su lugar pueden beneficiarle otros comportamientos? Piense personalmente en las ventajas y los inconvenientes. ¿Qué demuestra? ¿Cómo le percibirán los demás en el avión? ¿Cómo afectará a un niño ver a alguien mirando fijamente a un mismo sitio durante varias horas, por ejemplo?

En última instancia, no es algo que ella defienda en su forma actual, y especialmente no para quienes luchan con pensamientos negativos o dificultades de salud mental. "La mente y el cuerpo están interconectados", añade Kaur. "Aunque la mente pueda controlarse durante largos periodos, el impacto se sentirá físicamente, lo que provocará una secuela de agotamiento tanto físico como mental".

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Otros profesionales de la salud han subrayado que va en contra del consejo médico. "El riesgo de los vuelos de larga distancia es que corres el riesgo de deshidratarte", declaró a la 'BBC' británica la doctora Gill Jenkins, médico de cabecera que también trabaja como acompañante médico en ambulancias aéreas.

"Si no te mueves, corres el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda, que se agrava con la deshidratación. No ir al baño es una estupidez. Si necesitas ir al baño, necesitas ir al baño".

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