En la última década ha calado en la capital finlandesa una cultura del café cada vez más diversa.
Los viajeros amantes del café pueden tener destinos como Viena y Melbourne en su lista de visitas obligadas, pero ¿y Finlandia? La nación nórdica alberga a algunos de los bebedores de café más prolíficos del mundo, y ahora Helsinki se está posicionando como nueva capital del café.
En la última década ha arraigado en la capital finlandesa una cultura del café cada vez más diversa, con pequeños tostaderos, abastecimiento transparente y cafeterías modernas. Y el pasado fin de semana, el Festival del Café de Helsinki, el principal acontecimiento de este tipo en los países nórdicos, celebró su décimo aniversario.
Para los finlandeses, el café es algo más que una bebida caliente y energética: es un pegamento social y una subcultura en expansión. Finlandia ostenta desde hace tiempo el récord mundial de consumo de café, con una media de unas cuatro tazas diarias.
Durante décadas, esta devoción se centró en el café de filtro, de tueste ligero, servido negro y a menudo preparado por tazas. Pero en los últimos años, los tostaderos y cafeterías se han vuelto más experimentales.
¿Cuáles son los mejores lugares para tomar café en Helsinki?
Los visitantes deberían empezar su educación cafetera en las cafeterías clásicas de la ciudad. La cafetería más antigua, Ekberg (fundada en 1852), el Fazer Café, el Strindberg y el Café Engel siguen funcionando y son muy apreciados por su historia y ambiente únicos.
El Café Engel cumplió 36 años en abril y se ha convertido en una institución de Helsinki. "Nos alegra comprobar que Engel atrae a gente de todas las edades, a veces incluso a cuatro generaciones a la vez", dice su propietario, Harri Sjöberg. "Nuestros favoritos de siempre son los desayunos disponibles todo el día disfrutados con café de la tostadora local Kaffa".
Ecológico y de calidad: en busca del café perfecto en Helsinki
En los últimos años han aparecido por todo el país tostadores y cafeterías progresistas donde los viajeros pueden disfrutar de cafés ecológicos. Desde su apertura en 2007, Svante Hampf, fundador del tostador Kaffa Roastery, con sede en Helsinki, ha visto evolucionar el panorama cafetero de la ciudad.
"El precio ya no define el valor del café: los consumidores valoran la transparencia y la sostenibilidad", afirma. "Afortunadamente, calidad y sostenibilidad suelen ir de la mano. Cuando el café es de alta calidad, su cadena de producción suele construirse también sobre una base sostenible". Kaffa Roastery tiene su cafetería insignia y su microtostador en el barrio de Punavuori, con paredes de cristal para una transparencia literal y metafórica.
En Finlandia hay más de 50 tostadores independientes, muchos de ellos en la capital. Cafés como Päiväkahvibaari, La Torrefazione y Rams Roasters se han convertido en lugares de referencia tanto para los habitantes de Helsinki como para los visitantes. Good Life Coffee, que abrió su tostadero en 2014 y fue nombrado mejor tostador de los países nórdicos en el Nordic Coffee Fest de 2024, es otro de los nombres a la vanguardia del movimiento.
Ya no tiene su propia cafetería, pero suministra café a algunos de los locales favoritos de Helsinki, como el moderno Sävy, en Kallio, con sus paredes de ladrillo visto, muebles vintage y lámparas de araña. Su cofundador, Lauri Pipinen, afirma que el objetivo es ofrecer una alternativa al café convencional.
"Nuestro objetivo es destacar mejor el origen del café: de dónde viene y quién lo ha cultivado. El café está profundamente arraigado en nuestra cultura, pero aún así mucha gente sabe poco de él", afirma, y añade que es agradable trabajar en un país que aprecia su café y cada vez siente más curiosidad por él.
El mayor festival nórdico del café
La floreciente cultura cafetera de la ciudad fue la protagonista del Festival del Café de Helsinki, que este año celebró su décimo aniversario. El festival, que se celebró en Kaapelitehdas del 25 al 27 de abril de 2025, es el mayor de su clase en el norte de Europa y reúne en cada edición a amantes del café, tostadores y baristas.
Los visitantes pudieron degustar café de tostadores pequeños y grandes, probar equipos de café, aprender distintas formas de preparar café en casa y descubrir nuevos sabores. "Los años de la pandemia tuvieron un claro impacto en la cultura del café: la gente empezó a invertir más en preparar café en casa y a experimentar con nuevos equipos y métodos de preparación", afirma la cofundadora del festival, Maija Kestilä.
"Al mismo tiempo, las consideraciones ecológicas y éticas han cobrado cada vez más importancia, y cada vez más gente quiere conocer el origen de su café y opta por granos producidos de forma responsable".