La tortuga boba (Caretta caretta) es una especie vulnerable cuyos hábitos de nidificación han cambiado a consecuencia del cambio climático. Los distintos programas de conservación como Life Intemares pretenden mejorar la supervivencia de la especie, ya que solo una de cada mil tortugas llega a la edad adulta. Las crías de este animal, después de pasar un año en los tanques del Oceanogràfic de Valencia, son devueltas al mar.
El centro acoge tortugas recién nacidas y también actúa como hospital para las mismas que se encuentren enfermas o que hayan sufrido accidentes como amputaciones o fracturas de caparazón.