En Nochevieja, un equipo de médicos en un punto de estabilización de la región de Járkov se preparaba para la fiesta mientras esperaba heridos. Tras escuchar el discurso del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, e intercambiar saludos, el sonido de los heridos que llegaban interrumpió el momento.
A lo largo de la tarde, cinco soldados fueron atendidos por heridas causadas por ataques recientes. A pesar de lo festivo de la ocasión, el equipo siguió concentrado en sus tareas, asegurándose de que todos los heridos fueran atendidos y trasladados a centros médicos. Al final de la noche, se esperaba que los cinco soldados heridos sobrevivieran, un testimonio de la dedicación del equipo médico.