Desde un tándem con forma de pizza, a otro con cara de dragón, la creatividad no tuvo límites en la ciudad alemana de Düsseldorf, mientras los competidores se lanzaban a la estrecha pista, con subidas empinadas y puentes tambaleantes que dejaron a muchos contendientes en la cuneta.
El equipo Vergurken se llevó la victoria con su alocada creación, 'Essigschurke' (escuela de esquí) obteniendo la máxima puntuación y haciendo sonar la codiciada campana en la meta.
Los corredores Finn y Linus impresionaron al público tanto con su diseño como con su valentía, convirtiéndose en los favoritos. ¿Su recompensa? Treinta puntos y una experiencia única de Red Bull a su elección, un premio adecuado para una actuación tan salvaje como la propia carrera.