Esta ola de calor se caracteriza por temperaturas excepcionalmente altas, advertencias de salud, interrupciones en la vida diaria y una visible tensión en la infraestructura. Los guías turísticos están teniendo dificultades para trabajar mientras pasan horas conduciendo a los visitantes por el Coliseo y el Foro Romano, deteniéndose solo brevemente para buscar sombra. Algunos se limitan a hacer solo una visita al día debido a las duras condiciones.
El Foro Romano, donde a menudo las multitudes se desmayan por el calor, se ha convertido en un foco de preocupación. Ofrece poca sombra o ventilación, lo cual es problemático.
La federación de guías turísticos de Italia ha solicitado horarios de apertura más tempranos, pero solo se añadieron franjas horarias vespertinas en el Coliseo. El Foro permanece cerrado hasta las 9:00, dejando a los guías expuestos al peligroso calor del mediodía.