Las protestas a nivel nacional, organizadas por grupos que representan a familias de rehenes y familiares en duelo, fueron de las más grandes desde que Israel confirmó la muerte de seis rehenes el pasado septiembre.
Los organizadores dijeron que el "día de paros" tenía como objetivo interrumpir la vida diaria hasta que se alcance un acuerdo, advirtiendo que nuevas ofensivas podrían poner en peligro a los 50 rehenes, de los cuales solo se cree que 20 están vivos.
La Policía utilizó cañones de agua y arrestó al menos a 38 personas mientras los manifestantes se reunían frente a las casas de los políticos, cuarteles militares y las principales carreteras.
El ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 mató a unas 1.200 personas en Israel y capturó a 251 rehenes. La ofensiva de Israel ha matado a más de 61.000 personas en Gaza, mientras que 898 soldados israelíes han muerto.