Los manifestantes bloquearon una carretera principal hacia la ciudad, exigiendo el retorno de los subsidios al diésel.
Los subsidios, vigentes desde 1974, fueron eliminados el 17 de septiembre, lo que provocó que el precio del combustible casi se triplicara hasta 0,48 dólares por galón. Los manifestantes afirman que el aumento amenaza sus medios de vida, ya que el diésel es esencial para la maquinaria agrícola y el transporte.
El comandante de la Policía, coronel Edgardo Moreno Suárez, dijo que los agentes intentaron dispersar a los manifestantes de forma gradual, pero luego utilizaron gases lacrimógenos y arrestaron al menos a un manifestante. Los organizadores dijeron que esperan que más personas se sumen a las protestas en los próximos días.