La manifestación coincidió con el primer aniversario de las elecciones parlamentarias que los grupos de la oposición siguen denunciando como amañadas. Los manifestantes portaron banderas de Georgia, de la UE y de EE UU, y políticos de la oposición se sumaron a la marcha.
La expresidenta Salome Zourabichvili acudió a la concentración y dijo a la multitud que creía que se vislumbraban nuevas elecciones y un nuevo escenario político. Los participantes afirmaron que se manifestaban por unas elecciones justas y para mantener a Georgia en la senda de un acercamiento a Europa.
Los manifestantes también exigieron la liberación de los detenidos y aseguraron que las concentraciones continuarían. Los organizadores señalaron que las protestas no se detendrán hasta lograr lo que describen como la victoria del pueblo georgiano.