El supertifón Fung-wong, con vientos de hasta 185 km/h y rachas de hasta 230 km/h, ha obligado a evacuar a casi un millón de personas en Filipinas.
La enorme tormenta, que se extiende a lo largo de 1.600 kilómetros, amenaza con provocar inundaciones mortales y marejadas ciclónicas a medida que se acerca a tierra.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de emergencia después de que el tifón Kalmaegi dejara más de 224 muertos a comienzos de la semana.
Las autoridades advierten de que hasta 30 millones de personas podrían verse afectadas por la trayectoria destructiva de Fung-wong.