Similar a la rutina silenciosa del taller de Papá Noel, en las instalaciones de Amazon en Bolton trabajan tras bambalinas unos 2.000 robots. Transportan módulos de almacenamiento directamente hasta los empleados, lo que reduce la distancia que el personal tiene que recorrer.
Los códigos de barras se escanean de forma automática y se analiza la disposición de los módulos para orientar la colocación, mientras las cintas transportadoras llevan los productos a las estaciones de empaquetado.
Amazon asegura que la automatización le permite gestionar el aumento de pedidos y enviar los paquetes en cuestión de horas, especialmente en el pico de la temporada navideña.