Bruselas bloqueó de forma indefinida 210.000 millones de euros del Banco Central Ruso gracias a una cláusula de emergencia que le permite evitar el veto de países como Hungría.
Llamaron a Europa "débil".
Pues bien, Bruselas acaba de bloquear 210.000 millones de euros en efectivo del Banco Central ruso. La mayor parte se encuentra aquí en Bélgica, en Euroclear. Piense en ello como la hucha más controvertida del mundo.
Hasta ahora, mantenerlo congelado requería un voto unánime cada seis meses. Eso convertía el dinero en rehén de los vetos, especialmente el de Hungría. Así que la semana pasada la UE recurrió a un truco legal: una cláusula de emergencia.
En tiempos de crisis, permite que el voto por mayoría eluda la unanimidad para que ningún país pueda vetar. Ahora, los activos están congelados indefinidamente. Para liberarlos, se necesitaría otra mayoría de votos a favor de Rusia. Buena suerte con ello.
Moscú ya ha demandado a Euroclear, pero la UE lo califica de "especulativo". Bélgica está nerviosa por los riesgos legales, pero el tiempo corre.
¿Por qué tanta prisa? Este jueves, los líderes de la UE se reúnen en una cumbre decisiva.
Necesitan reunir 90.000 millones de euros para que Ucrania siga defendiéndose. Con el sabotaje ruso golpeando ya a Europa, podríamos ser los siguientes.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, conocido practicante del derecho de veto, califica la medida de "dictadura bruselense".
Pero para otros es un anticipo de una UE más fuerte. Una que por fin deje de permitir que un solo país, en tiempos de emergencia, apague las luces.