Lanzamiento de objetos, zarandeos y gritos de “pedófilo” en la ceremonia del nombramiento del nuevo obispo de Osorno, en el sur de Chile. Juan
Lanzamiento de objetos, zarandeos y gritos de “pedófilo” en la ceremonia del nombramiento del nuevo obispo de Osorno, en el sur de Chile.
Juan Barros, acusado de encubrir a un sacerdote pederastra, apenas se inmutó ante tanta agitación, aunque tuvo que abandonar la catedral por una puerta lateral.
Cientos de detractores, la mayoría vestidos de negro, protestaban por este nombramiento entremezcladas con sus partidarios. Tres personas fueron detenidas.
Barros fue instruido por el sacerdote Fernando Kadima, declarado culpable por el Vaticano en 2011 de abusos sexuales contra adolescentes. Según algunas víctimas, el nuevo obispo rompió cartas en las que se detallaban dichos abusos e incluso a veces estuvo presente mientras se cometían. Él lo niega.
Su elección constrasta con la política de tolerancia cero hacia este delito anunciada por el Papa Francisco. También ha provocado rechazo dentro de la propia jerarquía católica y de la política chilenas.