Distintas posturas religiosas frente a la literatura marcan el inicio de la Feria del Libro de Fráncfort

Las distintas posiciones religiosas frente a la literatura marcan esta edición de la Feria del Libro de Fráncfort, el mayor evento del sector. La presencia del escritor angloindio, Salman Rushdie, que en el discurso inaugural hizo ayer un llamamiento a la defensa de la libertad de expresión en todo el mundo, ha provocado el boicot de la delegación iraní, que canceló su participación dejando vacíos los espacios reservados para la literatura persa.
Aunque hace 17 años que las autoridades iraníes pidieron que no se aplicara la condena a muerte que dictó el difunto ayatolá Jomeini contra el autor de los Versos Satánicos, para muchos iraníes la fetua sigue en vigor. El llamamiento de Teherán a boicotear el certamen no ha tenido eco. Indonesia, el país musulmán más poblado del planeta, es el invitado de honor de la feria y “ejemplifica”, según la dirección del certamen, el diálogo con el Islam.