Moscú ya decidió aplicar una serie de sanciones en noviembre y ayer añadió otro decreto que extiende el castigo a cualquier empresa controlada por ciudadanos turcos en territorio ruso
En 2016 ¿Rusia y Turquía enterrarán el hacha de guerra? El derribo de un cazabombardero ruso en la frontera turcosiria el pasado 24 de noviembre instaló una zona de turbulencias en las buenas relaciones- sobre todo comerciales- entre Moscú y Ankara. Aunque Moscú no ha renunciado ni a seguir vendiendo gas a Turquía, ni al proyecto de gasoducto “Turkish Stream”, espera disculpas oficiales de Ankara por el derribo del avión. Turquía, por ahora, no ve la necesidad de una disculpa de Estado.
Creemos que las acciones poco amistosas deben recibir una respuesta apropiada y ya empezamos a responder hace unos días. Y habrá más acciones que será anunciadas por el Primer ministro pronto
Ahmet Davutoglu, Primer ministro de Turquía:
“ Teníamos buenas relaciones con los rusos hasta ese incidente y hasta que Rusia decidió intervenir en Siria. Las relaciones bilaterales mejoraron durante nuestra legislatura, así que sólo podemos esperar que ese buen entendimiento se restablezca de nuevo”
Moscú ya decidió aplicar una serie de sanciones en noviembre y ayer añadió otro decreto que extiende el castigo a cualquier empresa controlada por ciudadanos turcos en territorio ruso.
Arkady Dvorkovich, viceprimer ministro de Rusia:
“ Creemos que las acciones poco amistosas deben recibir una respuesta apropiada y ya empezamos a responder hace unos días. Y habrá más acciones que será anunciadas por el Primer ministro pronto”
Las sanciones decididas hasta ahora se centran en la concesión de visados a ciudadanos turcos, la anulación de vuelos charter entre Rusia y Turquía y la importación de productos agrícolas, aunque Turquía sigue siendo el quinto socio comercial de Rusia.