El Ejército iraquí retrasa la toma de Faluya para evitar una masacre de civiles

La toma de Faluya puede esperar… El Ejército iraquí ha retrasado el asalto final a esta ciudad controlada por el Dáesh desde hace casi dos años debido a los temores a que se produzca una masacre de civiles. En el interior de Faluya hay más de 50.000 y, según la ONU, muchas familias están siendo utilizadas como escudos humanos por el Estado Islámico.
El jefe de la ofensiva iraquí, el teniente general Abdul Wahab Al-Saidi, explica que las operaciones siguen en curso en el extrarradio de la ciudad. “La lucha es permanente”, dice, “y contamos con el apoyo aéreo de nuestro ejército y de la coalición internacional. Aquí contamos con fuerzas policiales, del Ejército y unidades de lucha contra el terrorismo”.
Ante la que se anuncia como la mayor batalla jamás librada contra el Dáesh, el primer ministro iraquí ha visitado a las tropas. Haidar al Abadi ha hecho varios llamamientos a la población, de abrumadora mayoría suní, para que abandone Faluya. Sin embargo, según la UNICEF, sus palabras no han tenido mucho éxito. Según esta organización, en la ciudad están atrapados unos 20.000 niños y existe un serio riesgo de que los yihadistas les obliguen a combatir.