Orlando vive una ola de solidaridad ciudadana solo comparable a la que se vivió en Estados Unidos tras los atentados del 11-S de 2001.
Orlando vive una ola de solidaridad ciudadana solo comparable a la que se vivió en Estados Unidos tras los atentados del 11-S de 2001. Decenas de miles de personas respondieron ayer al S.O.S. lanzado por varios hospitales que se estaban quedando sin reservas de sangre.
- “Todo lo que puedo hacer en este momento es donar sangre para ayudar a las víctimas. Estoy aquí por aquellos que perdieron sus vidas y por los que aún están luchando por sus vidas”.
- “Estamos aquí para donar sangre. Esperamos no solo dar un alivio a los centros de sangre, sino también a las familias y a las víctimas”.
Hay quien tuvo que esperar más de ocho horas para lograr su propósito y quien abandonó la fila y se dedicó a repartir agua y alimentos entre quienes seguían haciendo cola. La polémica no tardó en abrirse paso entre las muestras de solidaridad: los gays no pudieron donar sangre porque siguen vigentes las restricciones impuestas a este colectivo en los primeros años del SIDA.
It's now 8pm in #Orlando and some of these people have been here waiting to donate blood since 10:30am. @Fusionpic.twitter.com/es1tqABhn0
— Ani Ucar (@AniUcar) 13 de junio de 2016